Gajucankuko escenificará Mictlán: el noveno círculo, en el centro José Martí
Ofrenda viviente de una compañía chilena de butoh para los mexicanos
Mediante una historia del dios mexica de la muerte, proponen una nueva concepción de esa técnica teatral
Recuperan la dimensión poética del ankoku butoh, el cuerpo pintado
Ampliar la imagen Juan José Olavarrieta Gómez, actor y director de Gajucankuko Butoh Foto: Cortesía de la compañìa
Con el montaje Mictlán: el noveno círculo, la compañía chilena Gajucankuko Butoh presenta una ofrenda viviente al pueblo mexicano sobre el dios mexica Mictlantecuhtli y la dualidad de las deidades.
''Es una ofrenda, con mucho respeto, tanto a la tradición mexicana del Día de Muertos, al pueblo mexicano, como al butoh y la creación artística; a la libertad de poder crear y recrear lo que nos emociona y eriza la piel", señaló Juan José Olavarrieta Gómez, director artístico de la compañía.
Olavarrieta explicó que su trabajo artístico escénico siempre tiene como referentes ''las raíces y el mundo que está más allá; es la materialización de lo invisible, traer al escenario aquello que nosotros sabemos que existe para entregarlo a la gente y que lo disfrute".
El montaje une al teatro butoh con las artes visuales, pues el actor es pintado por la peruana Ofelia Dammert y por el pintor y escultor hiperrealista chileno Claudio Palominos.
Para el director de Gajucankoku Butoh, ''las leyendas, costumbres y creencias mexicas son hermosas y pueden compartirse en toda Latinoamérica, porque hay visiones parecidas."
Interpretar lo que se ve y se siente
Mictlán: el noveno círculo cuenta la historia de los señores de la muerte y el viaje al noveno círculo que realizan los seres humanos, acompañados por un perro, al momento de morir.
Esta propuesta parte de una dramaturgia que recupera para el lenguaje escénico latinoamericano la dimensión poética del ankoku butoh, el trabajo de cuerpos pintados y la historia mexica del señor del Mictlán.
Presentar un nuevo concepto de teatro butoh con una historia mexica fue todo un reto para la compañía, pero Olavarrieta realizó una interpretación, como artista chileno, de una creencia mexica.
''No hice -abunda- una reconstrucción antropológica ni soy absolutamente fiel a la tradición mexicana, simplemente estoy interpretando lo que veo y siento, lo que me pasa a mí con respecto a esa verdad, a esa fuerza que existe en las tradiciones en este país", aclaró el director artístico.
Abundó que se trata de una interpretación ''con un conocimiento técnico del butoh, con un trabajo de investigación en este lenguaje escénico y con un estudio de seis meses que incluye una visita al Templo Mayor".
Desde 2004, año en que la compañía participó en el Festival Internacional Cervantino, a Olavarrieta le impresionó la relación que existe entre la vida y la muerte con la comprensión de los ciclos artísticos, y cómo dentro de la cultura popular se comparte la manera de ver y sentir las tradiciones.
Interés de jóvenes por la técnica butoh
Juan José Olavarrieta comentó que hay muchos jóvenes interesados en la técnica butoh, pero desafortunadamente muchos de los profesores sólo han tomado un taller de butoh.
Por tanto, recomendó aprender a distinguir la diferencia de cualidades y exigir un espectáculo que se caracterice por su calidad humana y artística, que aporte algo.
La productora de Gajucankuko Butoh, Marisol Torres Arancibia, explicó que desde 2002, año en que se creó la compañía, ninguno de sus montajes se han realizado sin investigación. Entre las obras figuran El hallazgo, Parido del cielo y NN29.
''Es muy importante considerar cómo vemos las historias al ser latinoamericanos; cómo apreciamos nuestra historia, pero cuando ésta se presenta fuera, en otro continente, la exigencia para contarlas es mayor", comentó Torres Arancibia.
El montaje Mictlán: el noveno círculo se presentará este viernes 3 y el sábado 4 de noviembre a las 19 horas en el Centro Cultural José Martí (Dr. Mora 1, Centro). Entrada Libre.