Con la dirección de Martín Acosta, Festen se estrenará hoy en el teatro Helénico
Habla, si no quieres que los dolores se hagan más profundos: Diego Luna
En esta ocasión se hará teatro como se debe: sin angustias financieras, expresa el actor
La historia original es de la película del danés Thomas Vinterberg, del movimiento Dogma 95
Ampliar la imagen Diana Bracho, Luis Rábago, Mónica Dionne, José María Yázpik y Diego Luna Foto: José Antonio López
El ocultamiento. Ese es el tema central de la obra de teatro Festen (La celebración), que se estrenará en el teatro Helénico hoy, bajo la dirección de Martín Acosta y con las actuaciones de Diego Luna, Diana Bracho, Luis Rábago, José María Yázpik y Mónica Dionne, entre otros.
Durante una fiesta familiar "explota una bomba de tiempo. Al no querer enfrentar la realidad, vamos tapando algo enfermo que se convierte en cáncer y finalmente nos mata", describió en entrevista con La Jornada Diana Bracho, quien interpreta a la madre, Else, personaje sumamente oscuro.
La historia original de Festen fue escrita y llevada al cine por el danés Thomas Vinterberg, en 1998 (se trató de la primera cinta del movimiento Dogma 95). Posteriormente fue adaptada al teatro por David Eldrige y puesta en escena en Londres (muy exitosamente) y Nueva York. Otras versiones han sido montadas en diversas ciudades europeas, como Barcelona, París y Luxemburgo.
Hay "un campo con venaditos, conejos... pasa un avioncito y avienta una granada... al rato pasa otro... hasta que se convierte en un bombardeo espeluznante". Así imagina la obra Luis Rábago, quien interpreta a Helge, hombre de negocios cuyo cumpleaños 60 es el motivo por el cual la familia se ha reunido.
¿Qué tiene que ver el ocultamiento de la verdad con lo que ocurre hoy en nuestro país?
Al respecto, Diego Luna (quien interpreta a Christian, el hijo mayor, el que decide revelar el secreto, el "exitoso", o sea, al que le va bien en los negocios) opinó que el asunto es "cómo somos capaces de acomodar la memoria para que nos lastime menos: ¿Qué hace el gober precioso para irse a dormir? Ya acomodó la memoria. Uno mismo es su peor juez, y si en este país tantos personajes logran irse a dormir es porque los seres humanos tenemos la capacidad de cambiar las cosas en la cabeza, acomodarlas para que lastimen menos. La obra habla sobre la denuncia, sobre confrontar los problemas".
Las cosas se olvidan
Esto se traduce a todos los ámbitos, desde la familia hasta el país: "Se aplica a todo. Por algo dejamos que un partido estuviera 70 años en el poder. Se nos olvidan las cosas muy rápido o las acomodamos. Nos dan miedo los riesgos. Esta obra dice: no te guardes las cosas, si no quieres que los dolores se hagan muy profundos e irreparables las fracturas", siguió Luna. Mejor, "rasquémosle para encontrar qué nos pasa y acompañémonos".
Luis Rábago completó: hoy, "es importante hablar de la hipocresía; hablar de lo que se sabe pero que, por conveniencia, nadie quiere cambiar. Todos sabemos lo que sucede en los ámbitos de los más profundos estratos de la corrupción, de la mentira; sin embargo, pocos se atreven a decir 'hay que cambiarlo todo', porque es muy incómodo".
Y siguió: "El tema es la mentira por comodidad. Los que se atreven a decir la verdad son castigados. En este momento nos toca (de manera) muy cercana": hay quienes "quieren que la verdad aflore y las estructuras cambien y otro sector que dice mejor cállense.
"Lo que puedo garantizar -enfatiza el actor- es que no es una obra moralista. La calificación moral no existe ni en el autor ni en la puesta en escena ni en el ánimo de los actores".
Terriblemente descarnada
Diana Bracho personifica a Else, la "terriblemente descarnada" madre. Explicó que con este personaje empezó "en la parte más oscura", cosa que nunca le había ocurrido ("generalmente me enamoro de los personajes que voy a hacer"): "Fue como si me amarraran una piedra a las piernas y me aventaran a un lago revuelto, negro. Fue un clavado a la oscuridad. Fue un poco aterrador, porque además, casi no habla. Se da cuenta de todo, sabe muchas cosas que no se atreve a enfrentar. Me ha costado mucho trabajo, y (a la vez) ha sido un proceso muy enriquecedor. Ando todavía en la penumbra, pero eso es sano, vivir en la ambigüedad".
No sólo los personajes son complejos. También lo es la estructura de la obra, explica Mónica Dionne, quien interpreta a Helene. En suma, confiesa, es una de las obras "más difíciles" que ha hecho: "No es fácil de llevar, no tiene clímax. Es como ir in crescendo, pero hay que cuidar que no se desborde".
La obra retrata "las posibilidades que tiene una persona joven en un contexto social", describió quien hace el papel del padre, Luis Rábago: el hijo exitoso "en términos convencionales" (Christian); la hija inquieta, progresista, que lucha por los pobres, "la única que se atreve a enfrentar a su madre" (Helene); o el fracasado, Michael.
José María Yázpik describe su personaje, Michael, el hijo menor: "Un looser total. Todo lo que empieza lo termina en tres segundos a los golpes. Está enojado con la vida, se siente abandonado. Todo está en su contra y es un personaje delicioso por eso. Me encanta".
Michael "se atreve a decir cosas, pero las equivocadas. En lugar de disculparse, saca otra y ya ocasionó un caos terrible", completa Luis.
Diego Luna explica que en esta ocasión se hará teatro "como se debe hacer": sin angustias financieras. "Con una inversión importante para no sufrir en el proceso. Para poder prometerle a la gente un trabajo de 10 semanas y dos meses de ensayos donde tu prioridad es la obra".
Estreno de Festen, hoy jueves 2 de noviembre. Diez únicas semanas en el teatro Helénico. Jueves, 20:30 horas; viernes, 19 y 21:30 horas; sábado, 18 y 21 horas; domingo, 17 y 19:30 horas. Av. Revolución 1500. Tel. 3640-3100.