Durante el concierto tuvo un diálogo cercano con sus fans

Cerró Gloria Trevi su gira Trayectoria, en el Salón 21

ARTURO CRUZ BARCENAS

La regiomontana Gloria Trevi logró gran empatía con el público diverso en edades que acudió al Salón 21 la noche del pasado viernes. Estaban algunos de sus seguidores de hace nueve años, cuando comenzó el proceso penal que la alejó de los escenarios, y muchos niños que a las 23 horas cantaban y bailaban Papa sin catsup.

La Trevi ha sumado nuevos seguidores. No sólo son los descendientes de quienes compraban sus discos a mediados de los años 90, sino también jóvenes de hoy y gays, quienes la escuchan con detenimiento.

La cantante ha adaptado su pasado a su regreso a los escenarios. Utiliza recursos retóricos religiosos. "Tú sabes que me hicieron mucho mal", pronunció ante la multitud. "Tú sabes el valor de la amistad y de la ingratitud. Cómo nos han hecho sufrir a ti y a mí" ("Tú" en realidad es "ustedes".)

De las bocinas se escuchó la melodía Doctor siquiatra, lo cual provocó mucho ruido, vociferío, brincos. La conexión inmediata. Porras. "¡Trevi, Trevi, Trevi!". Esta rola fue la primera de dos horas de concierto. Es su reivindicación: "no estoy loca, sólo estoy de-ses-pe-ra-da".

"Tuve miedo de perderte", dijo al público. Siguió con su cover de El último beso, que en su versión comienza con unos batacazos macizos. Dramatiza la interpretación, lo cual gustó.

"Es que la neta somos bien intensos. Quiero expresarte el miedo que tuve... ¡sí, cabrones, estoy cantando fuerte! Estaba muerta, raza, y, ¿saben qué, chavos?, tengo otra oportunidad para decirte que te quiero un chingo."

Interpreta Un día más. Así fue hilando tema tras tema, reforzando el valor de la amistad y remarcando la ingratitud, sin decir nombres ni circunstancias. Todo se da por consabido.

"Esta es una noche en la que estamos reunidos amigos íntimos. ¡Amigos en el baño! ¡Y nos orinamos y nos ladramos! Quiero agradecer la presencia de todos ustedes aquí". En ese momento hicieron acto de presencia dos cirqueros que comenzaron un performance. Trevi agradeció la presencia de Maribel Guardia, "quien creyó en mí en los momentos más difíciles", y de Kabah.

"A veces nos equivocamos cuando amamos"

Se arrancó con Estrella de la mañana, que algunas parejas cantaron abrazadas. Es una balada. "Raza, sin ti yo no soy nada. Gracias por haberme dado sus historias, porque sus historias se parecen tanto a mí. ¿Sabes qué? Yo sé que nos critican, pero lo más chido de todo esto es que a veces nos equivocamos cuando amamos. ¡Neta!

"Pero el problema es el güey que no nos sabe valorar. Son esos güeyes que nomás nos quieren en la riqueza, cuando se está joven, bonito, flaquito, sano; pero tú y yo sabemos amar en las buenas y en las malas. Vamos a cantárnoslo, vamos a decírnoslo, vamos a declarárnoslo". Y comenzó a cantar En medio de la tempestad.

Con Los borregos dijo que "a quien le quepa el saco que se lo ponga". Niños brincaron con esa especie de ronda a ritmo de rock. "Ahora, una sesión de desalojo con El recuento de los años." El concierto estaba en su clímax. Es uno de sus temas más populares. Al terminar la pieza expuso: "Yo sé que hay gente que me tiene envidia, pero te tengo a ti. Recuerden que me tienen a mí".

Lo chusco con La nieve de mamey, "para que no se dejen, chiquitas". Va con su reggaetón Sufran lo que yo sufro. Anuncia que viene "algo bien fuerte, de entrega total": Como si fuera la primera vez. Trevi dijo que iba a levitar. La interpretó como si estuviera en trance.

Horas tranquilas, su vals-tango. Vale madre, "que es sobre el desmadre". Anunció que seguiría con otra "clasica". El Salón 21 vibró cuando interpretó Con los ojos cerrados. Fue la más coreada. "Te quiero, raza". Papa sin catsup puso más caliente el ambiente. Se trata de una variante de La chancla, que dice: "La chancla que yo tiro no la vuelvo a levantar".

Cierra a todo vapor con Pelo suelto. La alarga para que la cante el público. La gente se va alegre, complacida.

Así cerró Trevi su gira La trayectoria, título también de su disco de éxitos en vivo.