Usted está aquí: lunes 6 de noviembre de 2006 Cultura Cartas astrales, novela de amor hacia los números y la ciencia

Julieta Fierro incursiona en el campo de la literatura a invitación de Ignacio Solares

Cartas astrales, novela de amor hacia los números y la ciencia

El área del razonamiento lógico no es sólo para los genios, sino un modo de vida, objetivo del trabajo, asegura

Los jóvenes necesitan mucho tiempo para pensar porque están cambiando, dice

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen La científica Julieta Fierro, durante la entrevista con La Jornada Foto: Carlos Ramos Mamahua

La astrónoma Julieta Fierro presenta su primera novela titulada Cartas astrales (Alfaguara), en la cual hay pasajes apasionantes, fogosos, intensos, arrebatados, delirantes, memorables, estimulantes, todos provocados por la ciencia.

Se trata ­hay que detallarlo­ de un relato de inmenso amor, pero por los números, la física, la química y la astronomía, protagonizado por dos jóvenes estudiantes que por azar se encuentran en un chat y, entre juego y juego, "se ponen astrales", en el mejor y más razonable sentido del término.

Si bien la investigadora lleva varios años dedicándose a la divulgación de la ciencia mediante libros, conferencias y actividades en museos, es la primera vez que acude al género novelístico para demostrar que la ciencia "no es un área restringida sólo para genios, sino una herramienta, un modo de vida, una pasión. No es un cofre que sólo abren los privilegiados con capacidades especiales, sino una aventura digna de ser vivida que está disponible para todos".

En entrevista con La Jornada, Julieta Fierro narra que para escribir Cartas astrales: un romance científico del tercer tipo, contó con la complicidad del matemático Adolfo Sánchez Valenzuela, con quien en realidad protagonizó un intercambio de correos electrónicos.

Origen del proyecto

El proyecto surgió a invitación del escritor Ignacio Solares, entonces coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien realizó un libro con cartas de sicología dirigidas a su joven sobrino; "él quería que yo hiciera unas cartas sobre una astrónoma, también dirigidas a un público joven, pero me pareció que iba a ser demasiado cursi".

En un programa de radio, Fierro conoció al director del Centro de Investigación de Matemáticas, con sede en Guanajuato, con quien hizo mancuerna para realizar esta novela "dirigida principalmente a muchachos de bachillerato y de los primeros semestres de una carrera universitaria que tienen intención de estudiar alguna carrera científica.

"Hacia el final del libro se menciona que ser tachado de nerd por tener este gusto especial por las ciencias no implica cosas terribles, sino al contrario: los jóvenes a quienes les gusta mantener este espíritu de curiosidad y satisfacerlo aprendiendo más cada día son personas divertidas, que tienen muchas inquietudes y gustos por las mismas cosas que todos los seres humanos, que saben hablar de sus sentimientos como todo el mundo, que padecen de los mismos males que toda la gente, que se emocionan y que tienen ideales para fundar una vida en ellos", explican los autores en el prólogo de Cartas astrales.

­¿Por qué persiste el estereotipo de que quienes se dedican a la ciencia son personas aburridas?

­Por varios motivos: en primer lugar, la ciencia sí es muy voraz; quiere que te dediques a ella todo el tiempo, es como una amante celosa. O estas con ella o es fatal. Segundo, porque a uno le gusta mucho lo que hace, y cuándo estás muy prendido de algo no sientes el cansancio, no te das cuenta de que pasa el tiempo y cuando lo adviertes ya no es hora de ir donde tocaba.

"También es verdad que muchos usan la ciencia para esconderse. Es una excusa de lo más elegante decir que uno está con sus ecuaciones, que además no puede uno explicar porque están en un lenguaje misterioso. Eso da un aura de genio, de ser superdotado. Hay muchos tímidos que se dedican a la ciencia, por eso existe esa idea, pero existen personas de todo tipo."

­En la novela hablan de algo muy importante para la ciencia: el razonar. A los adultos a veces les asusta que sus hijos razonen, ¿no lo cree?

­Estoy totalmente de acuerdo. En mis conferencias sobre el fomento a la lectura suelo pasar una transparencia de un adolescente acostado en una hamaca y le digo al público que hay que permitirles a nuestros hijos el tiempo para pensar, y que si un día los vemos tumbados en la cama no les tronemos los dedos y les digamos 'ponte a hacer algo'. ¿Qué tal si están pensando? Hay que fomentar el tiempo de la reflexión, los adolescentes necesitan mucho tiempo para pensar, porque están cambiando.

"Esta colección de Alfaguara es para eso, para que los muchachos se detengan a pensar; espero que los números prendan. Estoy convencida de que la ciencia sirve para usar el conocimiento; si México no le entra a eso vamos a estar amolados.

"Se va a acabar el petróleo, debemos usar otras fuentes de energía, por ejemplo la solar, pues 70 por ciento de este país es desierto; ante el problema de la falta de agua hay que pensar en cómo desalar el mar y aprovechar nuestros litorales. También necesitamos hacer un instituto de la violencia, para conocer, de manera seria y profunda, todas las causas que la generan y combatirla. Asimismo, hay que legalizar las drogas, haciendo un estudio muy serio de cómo está la situación.

"Es muy lamentable que el Estado mexicano no se haya dado cuenta de eso. Hay que luchar por que México sea un mejor país y eso sólo va a ser posible si apoyamos la ciencia, creando una secretaría de ciencia y tecnología, encabezada por alguien que se lleve bien con Felipe Calderón para que éste lo escuche y le proporcione los apoyos que la ciencia necesita."

Cartas astrales: un romance científico del tercer tipo, novela de Julieta Fierro y Adolfo Sánchez Valenzuela, se presentará el sábado18 de noviembre a las 16 horas en la Carpa Jóvenes de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, en el Centro Nacional de las Artes (Churubusco y calzada de Tlalpan, colonia Country Club), y el 24 de noviembre en la Escuela Nacional Preparatoria número 6 de la UNAM (Corina 3, colonia Del Carmen, Coyoacán), a las 17:30 horas. Habrá música, mambo y muchas palabras divertidas en torno de las matemáticas y la astrofísica.

 
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