''Lo que hicieron no se vale'', sostiene el Ejecutivo en relación con su frustrado viaje
Fox y Aguilar califican a diputados de amarillistas y promotores de la violencia
Acepta el vocero que el mandatario iba a Australia a ver a su hija, pero lo consideró ''normal''
La furia en Los Pinos por la prohibición de los diputados al presidente Vicente Fox para viajar a Vietnam y Australia continuó manifestándose ayer a través del propio jefe del Ejecutivo y de su vocero, Rubén Aguilar. Ninguno ahorró epítetos contra los legisladores de PRI y PRD, al tildar a unos de generar una visión amarillista y de alarma, y a los otros de promover la violencia en el país y después sorprenderse de su surgimiento. Lo que hicieron, dijo Fox, ''no se vale''.
El mandatario contuvo su frenesí de reproches frente a los asistentes a la ceremonia donde se entregó el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2006, en la casa presidencial. Para insistir en sus pullas contra los legisladores aguardó otra ''bonita, padre y emotiva'' ceremonia con el sector de la vivienda.
En el Museo de Antropología, el Ejecutivo leyó un texto donde abundó lo dicho la víspera en cadena nacional. Resaltó la importancia que revestían ambas visitas para el futuro y el desarrollo del país e insistió en la falta de ''argumentos sólidos'' de los diputados para impedirle realizarlas.
Pidió entonces ''no dejar'' que, al amparo de las instituciones democráticas, ''algunos grupos políticos pretendan engañar y hacer valer sus particulares intereses en detrimento de los de la mayoría''.
Como lo acostumbra, Fox Quesada no ubicó a los destinatarios de su filípica ni la situación a la que hacía referencia. Era claro, sin embargo, que hablaba de Oaxaca y que acusaba a perredistas y priístas. ''Quienes han usado un lenguaje violento y acciones violentas, hoy se sorprenden de que haya violencia en el país.''
''Ningún mal me hicieron dejándome aquí, en este maravilloso país''
Y continuó: ''Quienes no han sabido atender un problema local, político; quienes no han podido llevar un diálogo con la ciudadanía en un estado de la República Mexicana, hoy tratan de pasar el problema a la Presidencia de la República, pero además tratan de generar una visión amarillista, de alarma para nuestro país. Como decimos en México: todo eso no se vale''.
Pese a lo anterior, Fox buscó aparentar que en todo caso el perjudicado por la decisión de los diputados es el país, pues, por lo que a él respecta, ''ningún mal me hicieron dejándome aquí, en este maravilloso país''.
Y la misma ganancia para la figura presidencial buscó transmitir el vocero Aguilar. Como nunca, detalló los pormenores de una encuesta telefónica realizada por Los Pinos, luego de la decisión en San Lázaro, donde, según él, 60 por ciento de los interrogados consideró que la medida tomada por los diputados perjudica al país y que ''para 21 por ciento de los ciudadanos'' mejoró la imagen que tenían del presidente Fox luego de su mensaje a la nación del martes, mientras que la de los diputados empeoró en 34 por ciento.
No precisó el tamaño de la muestra, aunque dijo que las de realización semanal en Los Pinos son de 800 personas, con una confiabilidad de 95 por ciento. Por eso, se ufanaba Aguilar Valenzuela, ''cuando la Cámara de Diputados le niega algo al Presidente (Fox) mejora muchísimo la imagen del Presidente y cae la de los diputados; siempre ha sido así, es consistente este comportamiento a lo largo de los seis años''. Y los llamó mezquinos y oportunistas.
Una vez más hizo responsables a los legisladores de rendirle cuentas a la sociedad con la ''brutal contradicción'' de haber aprobado en el Senado el susodicho viaje, y luego rechazarlo en San Lázaro.
Los legisladores, ''ignorantes'', sostiene el portavoz de Los Pinos
También los llamó ''ignorantes'', al haber propuesto como alternativa el envío de un representante personal, pues esto no puede darse en el mecanismo de APEC ni en una visita de Estado.
Del mismo modo, Aguilar Valenzuela confirmó que en Australia, Vicente Fox se encontraría con su hija Paulina, no uno sino todos los días que durara su estancia en esa nación. ''Y tú te imaginas, si vas a un país y vive (ahí) una hija tuya, ¿no la verías?'', increpó a un reportero.
Admitió entonces que a partir de este incidente existe tensión entre Fox y el Congreso.
Además encaró las reiteradas preguntas sobre la propuesta del mandatario para hacer embajador en Canadá a su secretario particular, Emilio Goicoechea. Asumió lo obvio: que la decisión está en manos del Senado de la República, y defendió la prerrogativa presidencial de hacer diplomático a alguien sin experiencia en el servicio exterior: ''En este sexenio, como nunca en los anteriores, se han propuesto embajadores de carrera; es el sexenio en que menos políticos han sido propuestos al cargo; era una costumbre a la que se recurría en el viejo régimen'', pero es una costumbre de la que Vicente Fox, se ve, decidió no abdicar.