Usted está aquí: lunes 13 de noviembre de 2006 Opinión Un México sin basura quedó en promesa

Iván Restrepo

Un México sin basura quedó en promesa

Otra promesa incumplida por la administración federal que termina en unos días fue la de dejar un país con menos basura. Al inicio del sexenio, el señor Fox echó a caminar con gran publicidad la cruzada de que por fin terminaría con tantos años de desidia oficial. No solamente se evitaría que la basura de hogar y la de la industria y el comercio se depositaran en sitios inadecuados, sino que los municipios contarían con los recursos y la tecnología para establecer sitios seguros a fin de que los desechos no causaran daños a la salud pública, al ambiente, y en especial al agua, pues los lixiviados producidos por la basura que se deposita en baldíos y cañadas o en tiraderos que no reúnen las normas de seguridad requeridas terminan por contaminar los mantos freáticos. Se trata de un problema suficientemente documentado para las capitales de casi todos los estados del país y otras ciudades no menos importantes como Veracruz, Tijuana, Cancún, Acapulco y León.

Cabe destacar que los estados gobernados por panistas no cumplieron con la meta de lograr un México limpio. En Querétaro, por ejemplo, apenas el confinamiento de residuos sólidos que existe en la capital de la entidad cumple con lo que estipula la norma oficial aprobada sobre la materia. En los demás municipios la basura se encuentra donde no debe. No son los opositores al gobierno de Querétaro quienes denuncian lo que sucede, sino la secretaría federal del medio ambiente, presidida por un panista. Dicha dependencia advierte, entre otras cosas, que en el municipio de Arroyo Seco la basura se tira sobre una zona arqueológica, la de San Rafael, donde existen más de 250 pirámides y otras estructuras de gran importancia. Además, la de las poblaciones ubicadas en el Area Natural Protegida de Sierra Gorda, una de las más ricas en especies animales y vegetales del país y del mundo, se arroja en cañadas y otros sitios inadecuados. En resumen, por lo menos 17 basureros deben ser clausurados porque constituyen un peligro para la salud pública y los recursos naturales. Lo mismo debe hacerse en cientos de municipios más de todo el país que carecen de verdaderos confinamientos para los desechos producidos en los hogares.

En Morelos, otra entidad gobernada por el PAN, la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió recomendaciones a los ayuntamientos de Temixco, Jiutepec, Xochitepec, Cuernavaca y Zacatepec para que resuelvan en forma integral lo referente a la recolección y confinamiento de la basura. Además, parte de la que se genera en Cuernavaca y Cuautla se deposita "furtivamente" en el estado de México, según denuncia del hasta hace poco procurador del medio ambiente de esta última entidad, Ramón Ojeda Mestre.

En Coahuila, la trasnacional Kimberly Clark fue sancionada por las autoridades locales por tirar sus lodos de celulosa en una cañada de más de 2 kilómetros de longitud, ubicada en el municipio de Ramos Arizpe, donde la papelera tiene una planta industrial. La trasnacional estadunidense negocia ahora no cubrir la sanción, misma que asciende a más de un millón de pesos.

En otra entidad norteña, Sonora, se autorizó a las volandas la construcción de un confinamiento de residuos tóxicos en el municipio fronterizo de Plutarco Elías Calles. Tendrá capacidad para almacenar más de 26 millones de metros cúbicos de desechos que por su peligrosidad requieren cuidados extremos. Cabe señalar que Plutarco Elías Calles carece de un plan de desarrollo municipal por lo cual el cabildo ni siquiera discutió la aprobación del que será el más importante receptor de residuos tóxicos de Sonora y entidades vecinas. No recibirá basura de Estados Unidos.

Y lo que faltaba: la basura y las aguas negras de las viviendas irregulares levantadas a lo largo del cauce del río de la Magdalena (mide cerca de 29 kilómetros) está acabando con una de las pocas corrientes limpias que todavía quedan en el Distrito Federal. Su caudal es clave para cubrir la demanda de agua de miles de familias. El río nace en una zona natural protegida: la cañada de Los Dínamos, pero ni por eso ha sido respetada.

Espere usted pronto la nueva campaña para lograr un México limpio de basura.

 
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