Balance de la Jornada
La mediocridad, sello del torneo regular
En la última fecha del torneo regular el balompié mexicano adquirió rasgos que lo hicieron rondar el ridículo, lo caricaturizaron de manera grotesca al quedar en evidencia la mediocridad que alcanzaron los torneos cortos a 10 años de existencia, y cuya cereza del pastel resultó una intentona arbitral sofocada a billetazos.
En este escenario hubo un equipo que arrancó bien, se echó a la hamaca durante siete partidos, en la recta final se desperezó y le bastó un cierre a todo vapor para concluir como líder general. Otro, con el fuego quemándole los pies a lo largo de 16 fechas, exhibió un juego infumable, pero concluyó como sublíder. Se trata de Cruz Azul y Pumas.
Y un Toluca que cual conejo punteó la carrera y al último tan sólo alcanzó repesca a pesar de concluir en el cuarto lugar general. Ahora, los mexiquenses, involucrados en dos torneos, una vez más deberán dividir su plantel para afrontar el doble compromiso, la Copa Sudamericana y la reclasificación.
Bastan esos ejemplos para demostrar que el resto de los clubes navegó en el conformismo, en dejar todo para el último momento y simplemente se dedicaron a trotar semana a semana, cuidando de soslayo a los rivales de grupo, al fin y al cabo que el 44.4 por ciento de los equipos habrían de clasificar. Ayer muchos sufrieron el inevitable frentazo.
Los conjuntos que por destacarse con algún logro se enrolan en certámenes internacionales, ya sea Copa Sudamericana, Libertadores, Concacaf o Mundial de Clubes, reciben toda clase de trabas de sus pares o de la honorable Federación Mexicana de Futbol para hacerlos volver al redil de lo ordinario y gris.
La federación abrió espacio a todo tipo de especulaciones en cuanto al futuro seleccionador nacional con tal de ahorrarse seis meses de sueldo. En este lapso otros países han tenido varios juegos amistosos, en tanto el Tricolor cae por inercia en la clasificación mundial. El jueves por fin se proclamará a los cuatro vientos el nombre de Hugo Sánchez.
En este mosaico, los nazarenos no podían desentonar. Sin un líder visible y con un pliego petitorio carente de firmas de respaldo amenazaron con no pitar la última fecha si no echaban a Aarón Padilla de la Comisión de Arbitraje. Justino Compeán y Decio de María llegaron abanicando billetes, ofrecieron aumentos salariales para la liguilla y tan tan, Aarón se quedó.
Los nazarenos, muchos de ellos reprobados en las pruebas físicas, salieron de la junta arrastrando los pies. Antonio Marrufo, quien aspiraba a suceder a Arturo Yamasaki, quedó con un tufo de sospecha y Justino Compeán se alzó con una aparente primera victoria, pero queda claro que los silbantes están a disgusto con Padilla y el problema se mantiene latente.
Los equipos con boleto directo son Cruz Azul, Atlas, Monterrey, Pachuca, Pumas y América, que deberán descansar una semana a la espera de conocer a sus rivales en el minitorneo que sí importa, el de cuartos de final. Mientras, en nombre del futbol, sigue la lucrativa repesca: Chivas-Veracruz y Toluca-Jaguares. Igual, esta semana, Pachuca juega semifinales de la Sudamericana, el partido de ida ante el Atlético Paranaense de Brasil y Diablos visita al Colo-Colo de Chile.
Pumas mostró solidez en la recta final, el estilo defensivo de Ricardo Ferretti da frutos, toda vez que la UNAM fue el menos goleado, apenas recibió 11 tantos en 17 partidos y todo indica que redondeará el camino hacia su salvación. Inclusive se dio el lujo de golear a Tigres.
La lucha por no descender amenaza con tomar tintes dramáticos a lo largo del siguiente certamen, pues hay triple empate en la penúltima posición, con el mismo cociente, ahí están Pumas, Tecos y Tigres. Santos sigue en el fondo y Querétaro es antepenúltimo.
Bruno Marioni salió de la apatía que lo envolvió con los auriazules; bajo el timón de Américo Gallego el polémico jugador argentino se alzó como máximo romperredes, noticia que apenas endulzó ayer un poco el campamento de Diablos. El mexicano Miguel Sabah, de Cruz Azul, resultó escolta con nueve dianas, mismas que celebró el brasileño Kléber Boas, de Rayos .