La banda ofreció un concierto frente a la oficina de intereses de EU en La Habana
Jaguares demanda fin al bloqueo desde la Tribuna Antimperialista
"En AL la democracia se corrompe muy fácilmente con el dinero", consideran sus integrantes
La Habana, 12 de noviembre. Durante su primer y único concierto en Cuba, el grupo mexicano Jaguares envió un mensaje de aliento a los habitantes de la isla en su empeño por eliminar el bloqueo económico de Estados Unidos.
"No nos podemos ir sin antes exigir que el bloqueo que está afectando a Cuba termine, que se muera", dijo el cantante y líder de la banda, Saúl Hernández, casi al final de la presentación el sábado pasado. "Ustedes lo están logrando: lo van a lograr", dijo.
Los mexicanos evocaron al mismo tiempo su campaña permanente "en defensa de las libertades individuales", en particular, la erradicación de la violencia contra las mujeres, como los feminicidios en México: "Necesitamos más hombres y menos machos", dijo Saúl en la Tribuna Antimperialista José Martí.
Sobre la política en México, el vocalista de Jaguares dijo a los periodistas que observa un país en intenso debate. "Lo importante es que no se convierta en una lucha de poderes, sino de construcción de la democracia. Si existiera una democracia en México, el gobernador de Oaxaca (Ulises Ruiz) ya debería estar fuera", sostuvo.
Por su parte, César López, El vampiro, aseguró: "Lo que estamos viendo en Latinoamérica es que la democracia se corrompe muy fácilmente con el poder del dinero. Los amos del capital invierten en la política para que sea elegido su candidato y favorezca sus intereses.
"Eso es lo que pasó con Felipe Calderón. Me da miedo ese señor. Llega con una ideología claramente de derecha, que respeto pero no comparto."
Extasis y viajes
Luego de dos horas de concierto, el jefe jaguar hizo un balance de la presentación: "Estábamos extasiados allá arriba y viajamos. Nos fuimos muy lejos. Tomando en cuenta que es la primera vez que venimos, fue un gran concierto; espero que no sea el último, que vengan más grupos mexicanos y que este puente de comunicación que hemos estado tendiendo en esta estancia se haga más solido".
Ante la eventualidad de posibles represalias en el mercado estadunidense por su presencia en Cuba, Saúl explicó que no tenía temores: "Cada quien es libre de hacer lo que quiera".
La presentación de Jaguares tuvo que remontar al menos tres adversidades: a la misma hora se presentó en otro lugar el trovador Carlos Varela, quien convocó a un amplio segmento del público roquero; la crónica escasez de transporte público en la capital, que se agudiza los fines de semana, y el desconocimiento entre la juventud isleña de los herederos de Caifanes.
A pesar de todo, llegaron a la tocada unos 5 mil jóvenes. Algunos viajaron desde las provincias cercanas. Una porción importante del público eran jóvenes latinoamericanos que cursan las careras de medicina o deportes en escuelas muy distantes del centro de La Habana.
A diferencia de ocasiones anteriores, dichos estudiantes no tuvieron a su disposición autobuses gratuitos para acudir el espectáculo, por lo que fueron y vinieron alternando la caminata con el aventón.
Saúl contó que estaba al tanto de ese esfuerzo, pero terminó la actuación cuando la gente aún pedía más números. "Nos vamos muy contentos, es una entrada con el pie derecho".
Repaso musical
El espectáculo fue un repaso musical desde el primer disco de Caifanes, Mátenme porque me muero, hasta el más reciente de Jaguares, Crónicas de un laberinto, y terminó, por supuesto, con La negra Tomasa. Para los mexicanos y otros latinoamericanos fue una fiesta oír en vivo a uno de sus grupos favoritos y corear prácticamente todo. Para los cubanos fue el primer contacto con ese mundo.
La embajada mexicana ofreció el viernes un coctel, que se convirtió en una insólita tertulia con personalidades la música cubana: Silvio Rodríguez, Harold Gramatges, Ernán López Nussa, David Blanco, Eliades Ochoa y Edesio Alejandro, entre otros. Los mexicanos estuvieron, además, en los principales programas de radio y televisión y así lograron sembrar su línea y su obra.