No tenemos oficio de boxeadores ni somos porros, pero lo defenderemos: panistas
Si no rinde protesta, Felipe Calderón podría convertirse en dictador: políticos y académicos
Aunque dicen no tener oficio de boxeadores, ni tampoco ser porros o golpeadores, los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) aseguran que defenderán el Palacio Legislativo, el próximo primero de diciembre, para que Felipe Calderón pueda rendir protesta como presidente de la República, sobre todo ante la postura del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de que su decisión de impedir ese acto ''no es negociable''. Para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo importante no es si ese día rinde o no protesta el panista, sino realizar la sesión de Congreso General.
En el ambiente político y en el mundo académico existe la consideración de que en el caso de incurrir en una falta al mandato constitucional que obliga al presidente electo a rendir protesta frente al pleno del Congreso de la Unión, para jurar guardar y hacer guardar la Constitución, Felipe Calderón podría convertirse en un ''dictador'', pues en tanto no proteste ''no está obligado a hacer respetar la Carta Magna''.
El presidente del PAN, Manuel Espino, afirmó que no recurrirán a los golpes ni incitarán a la violencia, al tiempo de invitar a quienes están en una actitud beligerante, que no es propia del Congreso, a que reconsideren su posición.
En conferencia de prensa se refirió al llamado que hizo el senador priísta Manlio Fabio Beltrones para que Calderón Hinojosa reconsidere su decisión de acudir a San Lázaro, y dijo que se trata de una posición muy cómoda y al mismo tiempo la menos conveniente para hacer valer el mandato constitucional que establece que el presidente electo tiene que rendir protesta y jurar guardar la Constitución.
''Ojalá (los priístas) no se mantengan detrás de la barra; que participen en el terreno de juego en el que les toca participar, que es en el Congreso'', expresó el jefe del panismo, y manifestó su respaldo a las medidas que tomen los legisladores de Acción Nacional para defender el espacio legislativo.
El PRD, por su parte, no realizará ''un canje'' con la asistencia o no del presidente Vicente Fox a la ceremonia de cambio de poderes, afirmó el secretario general del sol azteca, Guadalupe Acosta Naranjo, e indicó que para realizar esa acción ''tenemos opciones A, B, C, D y E'', pero que, por obvias razones, no se darán a conocer. Insistió en que sólo serán los coordinadores parlamentarios y las bancadas de su partido en las cámaras de Diputados y de Senadores, quienes definirán los actos que pondrán en marcha el próximo primero de diciembre para conseguir ese propósito.
El mayor costo sería no hacer nada y ''traicionar a los electores''. Y si el PAN sólo tiene una ''opción A'' para contrarrestar la estrategia del PRD, ''bonito equipo Gerber tiene''.
En conferencia de prensa apuntó que no habrá ninguna acción de violencia por parte de los integrantes del sol azteca, ya que la resistencia en todo momento ha sido pacífica. También expresó que no podría haber presencia de la policía en el interior de la Cámara de Diputados, porque ''sería una violación al fuero constitucional y al recinto''. Por otro lado señaló que la determinación de impedir la toma de protesta del panista busca reflejar y responder a los millones de mexicanos que votaron por Andrés Manuel López Obrador.
A su vez, el dirigente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Mariano Palacios Alcocer, sostuvo que lo importante como partido político es que se lleve a cabo la sesión de Congreso General a efecto de que ''estemos ante la formalidad constitucional de asistir a la protesta del presidente de la República''. Añadió que ''la dinámica interna de los grupos parlamentarios o el posicionamiento de las fracciones partidistas está en el ámbito de la discusión interna de la propia soberanía parlamentaria''.
En el terreno académico, Miguel Angel Eraña Sánchez, catedrático de la Universidad Iberoamericana, calificó de ''frivolidad'' el que se proponga ''suspender o diferir un acto que no es sólo formal, sino que obliga al Presidente a rendir protesta ante el pleno del Congreso de la Unión, y si este proceso no se cumple podrá ser presidente de la República, pero no presidente constitucional''.
Por su parte, Elisur Arteaga, especialista en derecho constitucional y catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, aseguró que sólo el Congreso puede autorizar un cambio de sede, y afirmó que de no realizarse ''enfrentaremos un vacío de poder, pues el Presidente saliente concluye su mandato el último minuto del 30 de noviembre, y a partir de ese momento México no tiene un presidente constitucional''.