El secretario confía en lograr acuerdo con el PRD
Calderón protestará en el Congreso: Abascal
Critican obispos a quienes buscan impedir la ceremonia
El titular de la Secretaría de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, confía en que antes del primero de diciembre se "resuelva políticamente" con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que Felipe Calderón Hinojosa tome protesta como presidente de México. "Estamos en un país que quiere avanzar, no en uno que quiere dar al mundo un espectáculo denigrante de su Poder Legislativo", afirmó.
Después de la reunión a puerta cerrada que, con el presidente Vicente Fox, sostuvo con la jerarquía católica del país, en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Abascal aseguró que Felipe Calderón rendirá protesta el primero de diciembre en el Congreso de la Unión, como indica la Constitución, y advirtió que el único facultado para solicitar la presencia de la fuerza pública en San Lázaro es el presidente de la Cámara de Diputados, el panista Jorge Zermeño.
En tanto, en nombre de la CEM, en el contexto de la 82 asamblea ordinaria, el obispo de La Paz, Miguel Angel Alba, consideró "una hipocresía" de los legisladores perredistas el intento de impedirle al panista tomar protesta del cargo cuando ellos también fueron elegidos legítimamente.
En tanto, el presidente del Departamento de las Relaciones Iglesia-Estado de la CEM, el obispo Abelardo Alvarado, pidió valorar que "estamos dando la imagen de un país que no acaba de madurar. Necesitamos reflexionar y sentirnos responsables de que en el concierto del mundo México no aparezca como un país convulsionado, violento, que no es capaz de vivir hechos políticos de forma civilizada".
En la primera conferencia de prensa de la semana tiempo que durará el cónclave de los jerarcas católicos, Alvarado insistió en que se deben deponer las muestras de violencia, de falta de civilidad, de falta de respeto, de poco aprecio por las instituciones, de poco respeto a la legalidad. "Tiene que haber un cambio, una nueva cultura", agregó. Consideró que los amagos para impedir la toma de posesión del presidente electo son "una forma de sentar la base para negociar agendas con los otros partidos".
A su vez, el obispo de San Juan de los Lagos, Javier Navarro, manifestó que no se vale "cuestionar unas elecciones como fraudulentas sólo porque yo lo digo. El Episcopado Mexicano está seguro, y con él los mexicanos que creemos en las reglas de la democracia, que el primero de diciembre tendremos otro presidente electo por la mayoría", y "no se trata de que alguien le permita o le impida asumir el cargo. Si toma posesión aquí o allá, en esa ceremonia u otra, es asunto coyuntural", destacó.
Más tarde, el secretario de Gobernación recordó, con un ejemplar de la Constitución en la mano, los artículos 83, 85 y 87 para expresar que el próximo mandatario asumirá el cargo en el Congreso de la Unión. Resaltó que Calderón "no decide dónde se reúne el Congreso, no es invitado por él, sino que va a entregar su protesta personalmente, como está previsto", y entonces "el país irá marchando".
Es "muy importante continuó Abascal que quienes tienen la responsabilidad" en el Poder Legislativo preparen el acontecimiento, pero por "encima de todo privilegien la política para ponerse de acuerdo en los extremos, en todos los detalles, para que lo que suceda el primero de diciembre sea fruto de la política en el marco de la Constitución".
Señaló que se habla mucho acerca de que si la policía resguardará o no el recinto, y "el punto es que estamos en un estado de derecho, en una democracia, con una Constitución perfectamente vigente y cumpliéndose". Por tanto, precisó, no compete al Ejecutivo decidir cómo y dónde se hace la toma de posesión o se evita "tal o cual circunstancia". Es "el Congreso de la Unión el que debe tomar las medidas que estime pertinentes, políticas, jurídicas y de seguridad, en el marco de la ley", agregó.
Abascal se negó a opinar sobre las declaraciones del vocero presidencial, Rubén Aguilar, acerca de que es responsabilidad de Felipe Calderón negociar con los partidos políticos para garantizar la ceremonia. "No me puedo referir a algo que no escuché. No me refiero en absoluto a las opiniones, observaciones del vocero, porque no lo voy a corregir ni mucho menos".
Obviamente, afirmó, "hay que hacer un trabajo político con los presidentes de los partidos políticos para que éstos hablen con sus bancadas" y asuman todos la responsabilidad, "incluida la de acoger al presidente electo para que rinda su protesta, una vez que ya es mandatario desde las cero horas del día primero de diciembre".