Denuncian que un grupo de gobernadores priístas busca alinearse con Calderón
Pronostican jaloneos en el PRI para adelantar la renovación de la directiva
Ante las presiones que este miércoles se espera que ejerza un grupo de gobernadores del norte y legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que exigen a Mariano Palacios Alcocer adelantar el proceso de renovación de la dirigencia nacional del tricolor antes de la asamblea nacional, en marzo próximo, el consejero político nacional de ese partido, Alejandro Gárate Uruchurtu, advirtió que no se cederá.
Ese grupo, que identificó con el Tucom, "tiene prisa" por llegar a la dirigencia del PRI, antes de marzo, para "poder sentarse a negociar con Felipe Calderón, y empezar a buscar espacios políticos, más por intereses personales o de sus propios grupos, que por el beneficio del partido y de la sociedad", aseguró a La Jornada.
En alusión al cónclave que hoy celebra el PRI con toda su estructura nacional, en Pachuca, Hidalgo, para definir tiempos y procedimientos en torno al relevo en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Gárate señaló abiertamente a los gobernadores de Sonora, Eduardo Bours; de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla; de Nuevo León, Natividad González Parás, y al recién electo de Tabasco, Andrés Granier, como los interesados en apresurar ese proceso de renovación para "negociar con la derecha", lo cual, de aceptarse, pondría en un verdadero riesgo de desaparición al partido.
"Al menos 9 millones de simpatizantes y militantes del PRI saldrían corriendo para integrarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD) o a otras organizaciones de izquierda, y posiblemente un millón más se iría con corrientes de la derecha. Si caemos en esa tendencia, de los 12 millones de votos que recibimos, ¿en qué va a quedar el PRI?"
En sus oficinas de la sede nacional del PRI, Gárate detalla compromisos y "amarres" entre los integrantes del Tucom y del equipo de Felipe Calderón Hinojosa.
"Los grandes capitales de Nuevo León, como el caso del Grupo Monterrey, que apoya fuertemente a Calderón, también dan su apoyo al gobernador de Nuevo León. No en balde se le menciona (a González Parás) como hasta posible integrante del equipo de trabajo de Calderón, como el caso de Bours."
Los tapetitos
"Con el debido respeto que me merece, pero Andrés Granier llega (a la gubernatura de Tabasco) con muchos apoyos de la derecha", tanto de esa entidad como del sureste. Por eso, indica, la "primera declaración de Granier fue reconocer a Calderón, que aun cuando fue nombrado presidente electo por el Tribunal Electoral, no podemos ponernos de tapetitos con él, sino sentar los puntos de negociación en beneficio del país".
Gárate, quien abiertamente acepta su aspiración de dirigir el CEN del PRI, advierte que si se "cede a las presiones del Tucom creado antes de las elecciones presidenciales para contrarrestar las aspiraciones de Roberto Madrazo, el PRI tendría un viraje totalmente afín a la derecha, pues "tienen grandes apoyos y muchos compromisos con los grandes tenedores del capital de este país".
Aseguró que no tiene nada en contra del capital privado "yo mismo he sido empresario", pero advierte que la "única salvación" del PRI es retomar sus orígenes y adecuarlos a los tiempos actuales.
Por ello, plantea que antes que nada, los priístas "definamos qué tipo de partido queremos; hacia dónde vamos a caminar.
"Habemos una corriente mayoritaria que nos pronunciamos por rescatar nuestros principios y valores, el nacionalismo, la soberanía, una verdadera democracia y todo lo que tenga que ver con la justicia social".
Asimismo, porque se elija a los próximos dirigentes del PRI mediante el "voto directo y abierto", además de llevar a cabo una reforma de fondo "ideológica, de programa de acción y estatutaria". Gárate sostiene que el partido debe volver a su ideología de "centro izquierda", más aún cuando el país enfrenta una abrumadora concentración de la riqueza en unos cuantos grupos de poder.