La Cofepris aún no resuelve el recurso de inconformidad interpuesto por Trenkes
Dentilab hará condones para la Ssa pese a litigio
Luego de la guerra comercial entre Dentilab y Trenkes, por la que la segunda fue descalificada en el concurso convocado por la Secretaría de Salud (Ssa) para la adquisición de 30 millones de preservativos, la primera logró obtener la asignación de 75 por ciento del contrato.
Lo anterior ocurre aun cuando la investigación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no ha concluido y está en proceso el recurso de inconformidad interpuesto por Trenkes contra los actos de autoridad ejercidos por la Cofepris, que suspendió parcialmente la producción de condones de la empresa y decomisó 12 millones de unidades.
El pasado 18 de octubre, el comité de compras de la Ssa dio a conocer el fallo de la licitación pública internacional 00012005-014-06 y acordó desechar la propuesta de Trenkes, con base en la comunicación enviada por Cofepris, la cual plantea que "la información con que contamos hasta el momento no garantiza la seguridad y eficacia de los productos fabricados por esta sociedad, lo cual nos permite presumir un efecto nocivo a las personas".
Con este argumento, la Ssa decidió conceder a Dentilab una cuarta parte del contrato, por el cual se le pagarán 3 millones 591 mil 276 pesos, y mediante adjudiación directa le concedió el otro 50 por ciento.
En el plazo establecido por la ley, Trenkes presentó un recurso de inconformidad y al mismo tiempo interpuso una demanda de amparo, por considerar que la Cofepris violó sus garantías constitucionales. Ambos procesos están en curso.
Esta disputa comercial afectó el programa de información del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida). Por primera vez, el organismo dispuso de recursos económicos para incrementar su capacidad de distribución de condones. En años anteriores sólo adquiría entre 3 y 4 millones de piezas, y para 2006 los legisladores le asignaron un presupuesto de 30 millones.
Jorge Saavedra, director de Censida, explicó que solicitó al comité de compras de la Ssa que emitiera la convocatoria para la licitación pública debido a que en años anteriores habían comprado los condones a un precio aproximado de un peso; en esta ocasión, el centro calculó que con el presupuesto destinado a la prevención, podrían adquirir 30 millones de preservativos.
Hasta 2005, la competencia entre fabricantes de preservativos era prácticamente inexistente, por lo que algunos de ellos, Dentilab de manera particular, podía establecer los precios en que vendía al sector público. No obstante, la entrada de otras compañías obligó a bajarlos y, respecto al año pasado, en la licitación recientemente concluida la Ssa pudo adquirirlos casi a mitad de precio: a 52 centavos, que fue la oferta de Dentilab. Su competidor Trenkes había planteado un precio de 48 centavos.
Ayer, Jorge Saavedra participó en la segunda conferencia anual del Consejo Nacional Empresarial sobre Sida (Conaes), donde advirtió sobre la importancia de no quedarse "con los brazos cruzados", a ver cómo crece la epidemia en el país, sobre todo porque "sabemos cómo prevenirla".
Reconoció el esfuerzo de las 31 empresas afiliadas al Conaes, que han logrado desarrollar y adoptar políticas laborales que eliminan la discriminación en contra de los empleados que viven con VIH/sida, y los exhortó a seguir el ejemplo de empresas que en países como Estados Unidos tienen seguros médicos para sus empleados y sus parejas, aun cuando sean del mismo sexo. Destacó que esta política también tendría que aplicarse en México, comenzando en el Distrito Federal, tras la aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia. Esta nueva legislación, dijo, representa un paso contra la intolerancia. No es, subrayó, la derrota de un partido o una ideología, sino el triunfo de la razón.