"Apoyo unitario" a Elvira Arellano, cuyo hijo estuvo otra vez en San Lázaro para pedir ayuda
Aprueba la Cámara exhorto para frenar deportaciones
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Saúl Arellano, a su llegada a la Cámara de Diputados
Foto: José Antonio López
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó un exhorto al Congreso de Estados Unidos para que se decrete una moratoria por la cual se frenen las deportaciones de mexicanos indocumentados en aquel país.
En paralelo, invitado por la bancada del PRD en San Lázaro, el historiador canadiense James D. Cockroft sugirió a los integrantes del Poder Legislativo mexicano no solicitar amnistía, "sino legalización, porque amnistía es aplicable para los criminales, y ninguno de ellos (los indocumentados) es criminal. ¡Por favor!, vamos a logar el triunfo si tenemos el apoyo de ustedes (los diputados) en México, y si podemos organizar las mayores marchas de protesta en la historia de Estados Unidos. Estos son los dos movimientos mayores de las Américas".
Una vez que el pleno camaral emitió la solicitud al Congreso estadunidense, Cockroft, notabilísimo mexicanólogo, se refirió al caso de la señora Elvira Arellano, mexicana de nacimiento, quien se encuentra refugiada en una iglesia de Chicago con la amenaza de ser deportada por las autoridades de aquel país, a pesar de haber dado a luz en territorio de Estados Unidos a su hijo Saúl Arellano, quien sí goza de la doble nacionalidad, es decir, la mexicana y la estadunidense.
"El presidente George W. Bush puede perdonar a todos los indocumentados, no solamente a Elvira. Fue William Clinton quien perdonó a los presos políticos en Puerto Rico. Elvira es una presa, y hay miles de migrantes detenidos en nueve campos y edificios de concentración, bajo contratos" de las grandes empresas.
Fue el diputado perredista José Jaques Medina quien denunció, junto con el niño Saúl Arellano, el caso de la madre de éste y de miles de mexicanas y mexicanos que trabajan en Estados Unidos sin documentos oficiales.
"Hoy, el Congreso ha tomado la decisión unitaria de apoyar a Elvira Arellano, y solicitará a su contraparte de Estados Unidos que no se le deporte. Lograrlo crearía un precedente que beneficiará a más de 4.9 millones de niños que han nacido en el país vecino, cuyos padres están con la amenaza de ser expulsados. Estamos hablando de migrantes de todo el mundo".
En seguida, el niño Saúl, de escasos siete años, emitió un breve mensaje: "quiero pedir que se paren las redadas y las deportaciones para que mi mamá y otras familias se queden junto con sus hijos en Estados Unidos".