El golpe a la corrupción en Rusia, por las elecciones
Detienen al jefe y la plana mayor del Fondo Federal del Seguro Médico
Moscú, 18 de noviembre. La detención bajo graves acusaciones, entre ellos peculado y aceptación de sobornos, del director general y otros cinco integrantes de la plana mayor del Fondo Federal del Seguro Médico Obligatorio (FFOMS, por sus siglas en ruso), dada a conocer aquí el pasado viernes con gran despliegue mediático, no es un simple escándalo de corrupción.
Tampoco puede considerarse un golpe demoledor para acabar con esta lacra en un país en que, según datos oficiales del Ministerio del Interior, el volumen anual de los sobornos a funcionarios públicos representa nada menos que 240 mil millones de dólares, una suma casi equivalente al presupuesto federal del ejercicio vigente.
El sentido de las detenciones de los máximos responsables del fallido programa de distribución de medicamentos gratuitos para jubilados y otras categorías de la población con derecho a subsidios sociales habría que buscarlo en el tácito arranque de la campaña para renovar la Duma, la Cámara baja del Parlamento ruso.
La reforma de la política social emprendida por el Kremlin, a finales de 2004, suprimió la mayoría de los beneficios gratuitos que heredaron de la época soviética los estratos más necesitados, sustituyéndolos por simbólicas compensaciones monetarias y, en algunos casos, como en el de los medicamentos, dio la opción de escoger entre recibir el dinero o los fármacos sin costo.
El artífice de esa controvertida reforma, el ministro de Sanidad Pública y Desarrollo Social Mijail Zurabov, encomendó la dirección general del FFOMS a Andrei Taranov, con quien antes de incorporarse al gobierno ruso fundó una compañía de seguros y otros negocios.
Cerca de la mitad de los potenciales beneficiarios prefirió recibir la compensación monetaria (350 rublos por persona, unos 130 pesos mensuales) y el resto todavía se lamenta. Hacia mediados de este año, por ejemplo, el programa de distribución gratuita de medicamentos, tarea principal del FFOMS, había gastado ya los más de 29 mil millones de rublos (unos 10 mil millones de pesos) destinados para todo 2006 en el presupuesto federal.
Según trascendió, la procuraduría de Rusia tiene elementos para pensar que la mitad de esa suma "desapareció" en los bolsillos de los funcionarios del FFOMS que aplicaron el ya tradicional y post-soviético método del otkat, consistente en transferir fuertes cantidades del presupuesto federal a las delegaciones regionales del fondo, a sabiendas de que los subordinados se van a robar una parte, a cambio de rebotar un porcentaje en efectivo para los jefes.
Además, Taranov y los otros detenidos recibían sobornos de los laboratorios farmacéuticos que, en licitaciones de dudosa transparencia, resultaban "premiados" con jugosos contratos para surtir los medicamentos que el Estado decía tener la intención de distribuir gratis.
En este contexto, se entiende que Moscú haya decidido desmantelar esta trama de corrupción justo una semana antes de que se celebren las licitaciones para 2007.
Con ello, al adjudicar los contratos a otros laboratorios pretende que no se repita, al menos en un delicado año de elecciones, la actual crisis de escasez de medicamentos gratuitos, con el comprensible malestar de los afectados, en su mayoría jubilados.
Y tampoco hay que tener bola de cristal para anticipar que la investigación durará el tiempo que haga falta para que los corruptos funcionarios detenidos el viernes anterior comparezcan ante un juez poco antes de las legislativas, para desagravio de un importante sector de los votantes.
Mientras, la policía mató hoy en plena calle de Moscú a Movladi Baissarov, rival del controvertido jefe del gobierno checheno Ramsan Kadyrov, informaron fuentes policiales, según reportó Afp. El ex comandante de una unidad especial del servicio secreto fiel a Moscú falleció durante un tiroteo que se desató cuando agentes de la policía intentaron arrestar al checheno.