Realizarán "acciones radicales, pero pacíficas" en apoyo a la APPO, afirman

Comunidades de la Sierra Juárez se unen a la lucha por derrocar a Ulises Ruiz

Constituyen la Asamblea de Pueblos Zapotecos, Mixes y Chinantecos de la región

BLANCHE PETRICH ENVIADA

San Pablo Guelatao, Oaxaca. 20 de noviembre. Las más de 150 comunidades indias de la Sierra Juárez resolvieron constituirse en Asamblea de Pueblos Zapotecos, Mixes y Chinantecos para llevar la lucha por el derrocamiento del gobernador Ulises Ruiz hasta los lugares más recónditos de esta extensa serranía. En asamblea de autoridades, realizada el pasado domingo en esta cabecera municipal, organizaciones y ciudadanos de los cuatro distritos de la región eligieron a los 24 consejeros que los representarán en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

Con este paso, esta región serrana anunció que emprenderá "acciones radicales, pero pacíficas", que se sumarán al movimiento opositor que hasta ahora ha tenido su epicentro en la capital estatal, con la APPO a la cabeza.

Al aprobar la declaración política en la que llaman a todos los pueblos del estado a "unirse, superar la división y caminar hacia la reconstitución del poder del estado", el líder de Yalálag Joel Aquino resumió: "Esta es una oportunidad única que no podemos dejar pasar, porque no se volverá a presentar en 10, quién sabe si en 20 años. Cierto que no estamos todos, pero en la medida en que avancemos se nos van a unir los demás. No habrá ni un pobre que se niegue a participar en la lucha de los pobres".

En los cuatro distritos serranos ­Ixtlán, Villa Alta, Mixe y Choapas­ que fueron históricamente tierra de cacicazgos priístas, el PRI perdió gradualmente el control de las comunidades y a la fecha sólo mantiene el poder local en 10 por ciento de los municipios. En el 90 por ciento restante prevalece el sistema de asamblea comunitaria.

Al incorporarse formalmente a la APPO, los pueblos del norte se comprometieron, por lo pronto, a bajar en masa a la capital estatal para la próxima marcha, programada por la APPO para el próximo 25 de noviembre, en la que se planea extender un cerco ciudadano en torno a los retenes de la Policía Federal Preventiva (PFP) en el primer cuadro de la capital de Oaxaca.

Una segunda acción, considerada por los participantes de la asamblea una "tarea de elevadísimo valor", será que las radios comunitarias de la Sierra asuman la transmisión de información y denuncias del movimiento antigubernamental en sus emisiones, como ha hecho hasta ahora, pese a múltiples obstáculos, Radio Universidad. Y de paso resolvieron llevar a cabo, "ya", la largamente postergada transferencia de la radio comunal XHGLO, con sede en Guelatao y administrada actualmente por la Comisión Nacional de Desarrollo Indígena.

Invitado a la asamblea, Zenén Bravo, de la dirección estatal, resaltó la importancia que significa la suma de fuerzas de esta región en un momento en el que la APPO cruza por un periodo de "debilidad numérica". Esta se explica, admitió, porque la participación del magisterio en las acciones de lucha se ha reducido debido al regreso a clases de los maestros de la sección 22.

Otro factor es que las interferencias de la señal de Radio Universidad han reducido su alcance y, en consecuencia, su capacidad de convocatoria.

Al hacer un balance del movimiento, Bravo señaló que su mérito fue que supo aglutinar a las grandes mayorías de asalariados y pueblos indígenas, no sólo en torno al "indeclinable objetivo" de derrocar al gobernador Ruiz, sino para lograr una transformación de fondo en el estado, "que Oaxaca llegue a tener en el futuro próximo un poder diferente, ya no de los señores de horca y cuchillo que nos gobiernan ahora, sino un modelo inspirado en la comunalidad indígena, porque éste es el embrión de la verdadera democracia".

Con la banda, la bandera y el bastón

Fue una encerrona que duró todo el día, un acto político de gran envergadura para el sistema comunitario oaxaqueño. Por ello, en función del tequio, el pueblo de Guelatao se preparó para ser anfitrión de la asamblea.

Al alba, precediendo a sus autoridades, de toda la sierra bajaron las bandas de música. Las señoras de mayor edad fueron las encargadas de recibir a los camiones de los músicos al pie de la carretera y de conducirlos ­bailando ellas, sus largas trenzas al aire­ calle abajo hacia el patio techado donde todas las muchachas habían laborado desde la noche anterior para tener el caldo, las blandas (tortillas), el tepache y el café a punto. Una vez cumplido el ritual del almuerzo, comenzó la asamblea, que sesionó sin interrupción hasta la noche.

A media tarde, un grupo de periodistas llegó de Oaxaca con noticias sobre la agresión sufrida por la manifestación de mujeres frente a uno de los retenes de la PFP que controlan el acceso al zócalo.

"Lo sabía", reaccionó la doctora Berta Muñoz, invitada a la asamblea indígena. Un día antes, varias organizaciones de mujeres se habían reunido con ella en Radio Universidad para planear una respuesta a las denuncias de acoso sexual que se han hecho en los retenes de la PFP. Se pensó en los espejos. "Nuestra idea es ponerles enfrente espejos, enfrentarlos a su imagen de represores. Ya lo hemos hecho antes, pero luego se nos ocurrió hacer un performance. Ideamos la historia. Es un PFP que se levanta por la mañana, se despide de su mujer y su hija y se va a trabajar a uno de los retenes. Su esposa e hija salen al mercado y cruzan el zócalo. En otro de los retenes los policías las ultrajan. Todas las protagonistas son mujeres."

La doctora pidió permiso a la asamblea para hacer esta denuncia y de paso explicó las condiciones de desgaste y acoso que se viven en el plantón de la radio. "Necesitamos que todos demos el último jalón", pidió.

Su intervención dio un giro inesperado a la reunión y los delegados entraron de lleno al tema del papel de las radios comunitarias. En la sierra, que también es pionera en el desarrollo de estos proyectos radiales, hay varias radioemisoras indígenas a las que se exigió que incorporen en sus programas la información y la denuncia sobre el movimiento popular.

El enfoque filosófico corrió por cuenta de la lingüista zapoteca Juana Vázquez, de Yalálag, quien habló de la dimensión temporal que distingue a los indígenas de la población urbana; de estos agricultores que antes de sembrar piden permiso a sus antepasados; que incorporan el espíritu de los huesos de los antiguos a la cosecha que se recogerá, no mañana, sino más adelante. "Así, tenemos que esperar para ver cumplidos los objetivos de nuestras luchas de hoy."

Sergio Robles, autoridad del sector Zoogocho, subrregión del distrito de Ixtlán, fue el encargado de tomar el juramento de los nuevos representantes. Habló de lo que harán los serranos cuando bajen a Oaxaca a demandar la caída de Ulises Ruiz: "Lo haremos con la banda de música, la bandera y el bastón de mando por delante".

En el análisis político salió a flote la desconfianza a los partidos políticos, inclusive al PRD. "No podemos esperar mucho de ellos." Las autoridades que se prestaron para firmar desplegados y acudir a actos de apoyo a Ulises Ruiz fueron calificados de "compañeros maiceados y oportunistas", a quienes les exigirán rendición de cuentas y les impondrán la peor sanción que puede recibir un miembro de la comunidad: perder su voz y voto en la asamblea.

"Una cosa le debemos a URO ­expresó una señora­: nos sacudió la cabeza, nos unió; por primera vez estamos juntos los cuatro distritos de la sierra. Ya nos picó el gusanito, ya se nos generalizó el interés de participar en la lucha."

Al final, los representantes de la asamblea ante el consejo estatal de la APPO recibieron el mandato para su nuevo cargo: "Que vayan hasta el final, que tengan convicción".