Usted está aquí: martes 21 de noviembre de 2006 Mundo Promotores de la guerra dan la espalda a Bush y lo culpan del fracaso

Ex asesores como Kissinger, Adelman y Perle admiten que EU no saldrá victorioso

Promotores de la guerra dan la espalda a Bush y lo culpan del fracaso

Abandonan la línea oficial de "no cambiar el rumbo" y buscan alguna "opción" para Irak

Hombres clave del Partido Republicano cuestionan las decisiones del jefe de la Casa Blanca

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Henry Kissinger, ex secretario de Estado estadunidense, y Richard Perle, quien fue jefe de asesores del Pentágono en los primeros años del gobierno de George W. Bush, en imágenes de archivo. Ambos funcionarios, que apoyaron la ocupación de Irak, hoy cuestionan y condenan la serie de errores cometidos en la guerra Foto: Ap

Ampliar la imagen Henry Kissinger, ex secretario de Estado estadunidense, y Richard Perle, quien fue jefe de asesores del Pentágono en los primeros años del gobierno de George W. Bush, en imágenes de archivo. Ambos funcionarios, que apoyaron la ocupación de Irak, hoy cuestionan y condenan la serie de errores cometidos en la guerra Foto: Ap

Nueva York, 20 de noviembre. Los grandes campeones de la política bélica de George W. Bush están abandonando a su capitán al hundirse el barco o, por lo menos, están buscando sus salvavidas.

Henry Kissinger confiesa que no es posible una victoria militar en Irak, dos de los promotores más fervientes de esa guerra dentro del círculo íntimo del comandante en jefe admiten ahora que fue un error y el Pentágono elabora opciones para la guerra que van desde incrementar el número de soldados, reducirlo o, de plano, la retirada total.

Abandonando la línea oficial de que no "habrá cambio de rumbo" en Irak, ahora todos participan en una búsqueda cada vez más histérica para encontrar alguna "opción" para cambiar el curso de lo que ya casi todos aceptan, es un desastre.

Kissinger, quien durante los últimos meses ha funcionado como asesor informal del presidente George W. Bush y del vicepresidente Dick Cheney, sobre la guerra, declaró a la BBC que ya no era posible una plena victoria militar en Irak. Estados Unidos, consideró, tendría que buscar una opción entre una victoria militar y un retiro total. Sólo hace unos meses, el periodista Bob Woodward citó a Kissinger declarando que la única estrategia para salir de Irak era una victoria plena.

Mientras, Kenneth Adelman, otro campeón de la guerra y durante décadas íntimo de Cheney y del casi ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, considera ahora que Irak es una "debacle", responsabiliza al presidente y señala que la guerra "no tuvo que ser manejada tan mal como lo fue. Es atroz", declaró al Washington Post. Adelman fue uno de los que pronosticaron un triunfo rápido y fácil en los primeros días de la invasión.

De hecho, unos días después de que cayó la estatua de Saddam Hussein en Bagdad al inicio de la invasión, Adelman y otros promotores de la guerra se reunieron en la residencia de Cheney para brindar por Bush y su victoria, recordó el Post. Tres años después, Adelman rompió relaciones con Rumsfeld y ahora ni habla con Cheney.

Adelman ahora califica a los encargados de seguridad nacional del presidente Bush ­incluido su ex amigo Donald Rumsfeld­ como "entre los equipos más incompetentes" de la era post Segunda Guerra Mundial, reportó Los Angeles Times.

Hace un par de semanas, Richard Perle, quien fue jefe de asesores del Pentágono durante los primeros tres años del gobierno de Bush, y considerado junto con su íntimo colega el entonces subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, hoy presidente del Banco Mundial, como uno de los arquitectos intelectuales de la guerra, confiesa que cometió un error, informó Los Angeles Times citando la próxima edición de la revista Vanity Fair. El prominente "neoconservador" opina ahora que si hubiera podido vislumbrar la situación actual en Irak, hubiera recomendado no invadir ese país.

Perle responsabiliza a Bush por fracasar en la toma de decisiones puntuales para detener la ola de violencia y subrayó que ni él o los otros neoconservadores fueron los responsables de los "enormes errores" cometidos por los encargados de la guerra.

Las denuncias y abandono del presidente y su equipo por figuras como Perle y Adelman son particularmente devastadoras, ya que eran los responsables de promover la guerra, justificarla dentro y fuera del gobierno, y quienes aseguraban una victoria total.

En tanto, figuras claves del partido que apoyaron la guerra del presidente también se están atreviendo a cuestionar su estrategia. Esta semana el senador John McCain declaró que las tropas estadunidenses en Irak "estaban luchando y muriendo por una política fracasada". El también senador republicano Lindsey Graham advirtió que "vamos a perder esta guerra si no hacemos ajustes inmediatos".

Sin embargo, Kissinger, McCain y otros promotores de la guerra se oponen a un retiro de las tropas por ahora y hasta recomiendan elevar el número desplegado ahí por el momento, advirtiendo que un abandono de Irak tendría consecuencias catastróficas no sólo para ese país, sino para la región.

Y de pronto, integrantes del "eje del mal" son considerados ahora como parte esencial de la salvación de la aventura bélica estadunidense. Kissinger, en su entrevista con la BBC, afirma que Washington tiene que iniciar pláticas con Irán y Siria para poder solucionar la crisis en Irak. Esa es también una de las "opciones" que serán presentadas próximamente, según versiones preliminares, en un informe elaborado por una comisión "bipartidista" establecida por Bush y encabezada por James Baker y otros del equipo íntimo de George Bush padre.

Las conclusiones del llamado Grupo de Estudio de Irak encabezado por el ex secretario de Estado Baker y el ex representante demócrata Lee Hamilton, que serán presentadas el próximo mes, giran en torno a un "cambio de énfasis" de las operaciones estadunidenses de combate contra la insurgencia a una que da mayor prioridad a la capacitación de las fuerzas de seguridad iraquíes, busca mayor seguridad para la capital e invita a la participación de países vecinos para "estabilizar" a Irak, según filtraciones a los medios.

Analiza la situación el Pentágono

Otro informe que elabora el Pentágono sobre cómo abordar la situación en Irak presenta tres opciones, reveló hoy el Washington Post: incrementar el número de tropas estadunidenses por hasta 30 mil efectivos en el corto plazo, reducir el número de tropas actuales pero establecer una presencia de largo plazo, o retirar las tropas relativamente pronto. Según el Post, se está considerando una combinación de las primeras dos como la mejor alternativa; incrementar primero para intentar establecer mayor control, y reducir después para mantener estabilidad al generar mayor capacidad de las fuerzas iraquíes en el largo plazo.

Al parecer, hay muchas opciones pero pocas soluciones. Y ahora nadie quiere ser vinculado con lo que no hace tanto proclamaban orgullosamente como su "visión" para el mundo. Como dice el dicho: "los éxitos tienen muchos padres, pero los fracasos son huérfanos".

 
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