La soprano Silvia Rizo festeja 15 años de trayectoria con un disco

''El canto no tiene que ver con la técnica, sino con la pasión''

ANGEL VARGAS

Cuenta la soprano Silvia Rizo que se hizo cantante ''por mera casualidad''.

Inclusive fue una determinación de vida en la que mucho tuvo que ver una posición política progresista.

''Nací en una familia en la que se ha tenido una visión crítica del mundo. Siempre he sido luchona; en la universidad, por ejemplo, anduve en el movimiento estudiantil. Y todo eso reforzó mi gusto por el mundo del canto nuevo, de la nueva trova, que han estado muy relacionados con la izquierda y los movimientos sociales'', platica.

''Desde chiquita me gustaban mucho y cantaba a Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Oscar Chávez, Víctor Jara y, por supuesto, Silvio Rodríguez, quien me parece el más grande.

''Nunca imaginé ser cantante de ópera; en mi familia no había antecedentes artísticos; inclusive al principio de mis estudios en el Conservatorio tuve que enfrentar cierta oposición. Si estudié canto fue, no por vanidad, sino por educar mi voz, por considerar que siempre ha sido el mejor medio para expresarme.''

Hoy, a 15 años de su debut con un principal en el Palacio de Bellas Artes, la intérprete sonríe ante esos recuerdos, traídos a colación en entrevista a propósito de la aparición de su disco compacto El sentido del tiempo, que será presentado hoy a las 19 horas en la sala Manuel M. Ponce de ese recinto.

Editado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), se trata de un álbum doble que recoge varios momentos de la carrera de Rizo en diferentes montajes operísticos, desde arias del título que más ha cantando en su carrera: Carmen, de Bizet, hasta por el que ha sido aclamada en Bellas Artes en varias ocasiones: Madama Butterfly, de Puccini. Se incluyen asimismo grabaciones en vivo de arias de Idomeneo, de Mozart; El elíxir de amor, de Donizetti; La Bohemia, de Puccini, y King Harald's saga, de J. Weir, cuyo estreno en México se realizó en los albores de 2000.

''Es un disco arriesgado porque cualquier cantante que no llega a los 40 es todavía joven y una propuesta como ésta la hacen generalmente los intérpretes que están ya consagrados'', define.

México, país del eterno debutante

De acuerdo con Silvia Rizo, en la ópera ya todo está dicho, en cuanto al repertorio clásico, y ''lo único que nos queda a nosotros, los simples mortales, es buscar hacerlo muy bien''.

Egresada del Conservatorio Nacional de Música, así como de la carrera de comunicación y periodismo por la UNAM, la soprano sitúa a la nueva trova y, en general, al canto nuevo latinoamericano, como su principal fuente de inspiración.

''Soy una mujer y artista profundamente emocional, muy intensa. La profundidad la aprendí de la trova.

''Muchos de mis colegas son muy estirados, se dan un papel de divos y reniegan de todo lo que no es de su ámbito. ¡Qué güeva, la verdad! No lo tolero. El día que pierda esa pasión que me conecta con otras formas, no podré cantar. El canto no tiene que ver con la técnica, sino con la pasión.''

Prosigue: ''Yo no quise ser cantante, nunca busqué serlo; lo único que quería y he querido es buscarme a mí misma, entenderme, expresarme. Y la música, específicamente el canto, ha sido lo que me ha ayudado profundamente a llegar donde quiero estar''.

La situación para los cantantes de ópera en México resulta muy difícil. Tanto porque si algo sobran son muy buenas voces, explica, como porque ''las oportunidades son mínimas. Como país tercermundista que somos, cada vez se restringen más los presupuestos no sólo para la ópera, sino en general para la cultura y la educación''.

Otro obstáculo, deplora, es que ''Mexico es el país del eterno debutante'', pues ''no importa si uno ha puesto de pie al teatro de Bellas Artes ­como ha sucedido en su caso con Madama Butterfly­, la temporada siguiente se debe ir a tocar puertas para pedir una oportunidad''.