Calderón empezará a caer desde el día que tome posesión, advierte el jefe rebelde
Marcos: "Estamos en vísperas de un gran alzamiento o una guerra civil"
Bagdad, Tamps., 23 de noviembre. La toma de posesión de Felipe Calderón el primero de diciembre será "el principio del fin de un sistema político que desde la Revolución Mexicana se enquistó y empezó a engañar, generación tras generación, hasta que llegó la actual y dijo: 'ya basta'", advirtió el subcomandante Marcos en rueda de prensa. Calderón, añadió, "va a empezar a caer desde el primer día".
Y expresó: "estamos en la víspera de un gran alzamiento o de una guerra civil". A la pregunta de quién la encabezaría, respondió: "la gente, cada quien en su lugar, en una red de apoyo mutuo. Si no logramos que sea así, habrá levantamientos espontáneos, explosiones civiles por todos lados, una guerra civil en donde cada quien vea por su propio bienestar, porque ya habrá la posibilidad de cruzar al otro lado". Citó el caso de Oaxaca, donde "no hay líderes ni caudillos; es la misma gente organizada. Así va a ser en todo el país".
Respecto a la actual etapa de la otra campaña, expuso: "luego de levantar los zapatistas el velo que ocultaba la realidad de las comunidades indígenas de Chiapas, salimos para encontrar la pobreza en el campo y en las ciudades, y que ahora vemos también en el mar. Hay en el país una escenografía montada por los partidos políticos, y últimamente por Vicente Fox, de que todo el mundo está bien".
En el caso del norte del país, añadió, "es escalofriante" la diferencia entre lo que es y lo que se dice: "Que el norte es panista, que aman a Fox, que todos viven bien. Pero vemos que es igual a lo que pasa en las comunidades indígenas más humildes del sureste".
Consideró que Oaxaca es "un indicador" de lo que sucede en el país. "Nos decían en Nuevo Laredo que el problema de Tamaulipas es que aquí todos son Ulises Ruiz: el presidente municipal, el Congreso del estado, el gobernador. Hay demasiados Ulises Ruiz y la gente se está hartando. Si no hay una salida civil y pacífica, que es la que proponemos en la otra campaña, entonces va a ser cada quien por donde pueda".
Abundó: "no reconocemos al presidente oficial ni al legítimo. Para nosotros no vale nada de lo que esté arriba. Lo que vale es lo que va a surgir desde abajo. Cuando hagamos este levantamiento, vamos a barrer con toda la clase política, incluso con los que se dicen de izquierda parlamentaria".
Sobre la violencia y el poder del narcotráfico, aseveró que con éstos se levanta "otra escenografía", que afecta sobre todo a los estados del norte, donde el principal problema es la seguridad, y no la situación de pobreza. "Se magnifican las pugnas entre el narco, o del narco y los políticos, porque sabemos que los políticos están en liga con alguno de los cárteles, y se olvida lo fundamental; por ejemplo, lo que pasa en Playa Bagdad, Nuevo Laredo o Reynosa, por hablar de Tamaulipas. Sólo sale en las noticias cuando hay enfrentamientos entre los grupos criminales y se olvida lo que está pasando con la gente que trabaja y está luchando".