Sube de tono el conflicto diplomático por la papelera
Llama Argentina a consultas a su embajador ante Uruguay
Buenos Aires, 23 de noviembre. En pleno desarrollo del esfuerzo de los enviados del rey Juan Carlos de España para facilitar un diálogo entre Uruguay y Argentina por la disputa en torno a la empresa papelera Botnia de Finlandia, el gobierno del presidente Néstor Kirchner llamó a consultas a su embajador en Uruguay, en el contexto de un duro cruce de mensajes diplomáticos.
En las últimas horas el tema de la papelera que se instalará en la ciudad uruguaya de Fray Bentos en la costa del río Uruguay, que separa a ese país de Argentina, pasó a primer plano como conflicto diplomático y preocupación para los socios del Mercado Común del Sur (Mercosur) después que el Banco Mundial, desoyendo las solicitudes del gobierno argentino, concedió un crédito para la construcción de esa planta.
Ante esto, la asamblea de los pobladores de Gualeguaychú decidió mayoritariamente cortar nuevamente el puente fronterizo y las carreteras por tiempo indefinido.
La cancillería uruguaya entregó ayer a la embajada argentina en Montevideo una carta en que exigió a Buenos Aires levantar los cortes de carreteras, que consideró que "no sólo son violatorios del Tratado de Asunción, que dio nacimiento al Mercosur (...) sino también de lo dispuesto por la Corte Internacional de La Haya".
Anunció que se recurriría al Consejo del Mercosur, algo que los socios tratan de evitar en este conflicto bilateral. Más aún, el vicepresidente de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, anunció que denunciará al gobierno argentino ante La Haya.
En respuesta, la cancillería argentina entregó hoy al embajador uruguayo, Francisco Bustillo, una misiva en que señala que "a pesar de reiteradas protestas argentinas resulta decepcionante comprobar la repetida intención de desviar la atención sobre el tema central que originó la controversia" por la instalación de la papelera, llevándola al terreno de los cortes de carreteras.
Kirchner dijo ayer que su gobierno había ido a Uruguay "y le rogamos al intransigente presidente uruguayo (Tabaré Vázquez) que por favor discutamos de qué forma podíamos correr de allí a Botnia para que no contamine visualmente, y no nos genere la duda de una futura contaminación. Botnia dijo que no y, evidentemente, fue que no".
También se refirió a una actitud diferente tomada por la empresa española ENCE.
Esto llevó a la rápida respuesta del canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, quien dijo que "mal puede catalogarse de intransigente al presidente (Vázquez)", a quien defendió recordando que no buscó "otra alternativa que no fuera la negociación, el equilibrio, la búsqueda de coordinar los dos países, el monitoreo conjunto de la planta".
Kirchner aunque hizo un llamado a detener los cortes de los pobladores de Gualeguaychú advirtió que continuará con su oposición a la instalación de las empresas "por más fuertes que sean los intereses de Botnia, y consideró que internacionalmente ya se decidió que "nuestra región será el basurero industrial del mundo".