Instalan Obra negra en el corazón de la plaza Aguilita
Artistas visuales resaltan el perfil surrealista de La Merced
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Paola Cabrera y César Cortés en los trabajos de la instalación
Foto: Augusto López
Ayer en la plaza Aguilita, en el corazón de La Merced, los artistas Paola Cabrera, Jorge Villanueva y César Cortés llevaron a cabo la intervención urbana-instalación Obra negra, que consistió en formar una gran estructura con perfil tubular. Cortés explica: "Es con el fin de ver cómo este material, que se asocia sólo con los puestos de mercados sobre ruedas, se trasforma en otras cosas, en conjunciones, en formas inclinadas, en articulaciones que se mueven hacia todos lados, en una estrella a los puntos cardinales".
El joven instalador y videasta agrega: "La hacemos además para integrarnos al mismo lugar, porque somos de fuera. Cuando llegas aquí La Merced te rebasa, piensas que está muy estratificado, hay diableros, comerciantes ambulantes y establecidos, familias... Te apabulla, entonces tienes que afinar la mirada para darte cuenta de la conciencia estética que tiene alrededor, donde la gente se vincula aparentemente como red no simétrica sin conecciones, sin tejidos, pero en este caos la gente se relaciona".
Trabajo de grupo
Obra negra es el primer trabajo de las Residencias Artísticas de Casa Talavera, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, con lo que buscan desarrollar proyectos creativos que vinculen a los universitarios y la comunidad artística, y alienten la participación de la comunidad del barrio de La Merced.
Emma Messeguer, directora de Casa Talavera, menciona en entrevista: "Los ganadores para estas residencias artísticas fueron elegidos por los artistas Eloy Tarcisio, Flavio Montesoro y yo. Además de la convocatoria que lanzamos, lo importante era que el proyecto que presentaran los artistas a escala individual pudiera realizarse de forma colectiva".
Messeguer agrega: "El proyecto a desarrollar era Surrealismo en La Merced, y fueron seleccionados Paola Cabrera, Jorge Villanueva y César Cortés, quienes practican tres disciplinas artísticas diferentes para interactuar en este proceso creativo y hacer una sola pieza. Por otro lado, tuvimos la oportunidad de comprobar que los artistas se individualizan cada vez más y observar el desarrollo entre ellos al momento de conocerse en su primer trabajo colectivo. Descubrimos que es difícil que se pongan de acuerdo, cada quien tiene su rollo y se clavaron en un redescubrimiento de La Merced".
Estructuras oníricas
Por su parte, la pintora y videoasta Paola Cabrera explica: "Unimos tres ideas y proyectos iniciales para crear una estructura, como puestos ambulantes. A partir de estos puntos de vista individuales nos pusimos de acuerdo en el carácter simbólico de la obra, sin preocupación estética ni en el objeto funcional. La idea fue generar espacios habitables que semejaran naves o estructuras fantásticas".
Para montar Obra negra, informa Cabrera, "hicimos instructivos para que la gente nos ayudara a formarla. La gente se acercó, los niños fueron los más activos. Por la forma de la plaza, que parece dividida en dos, unificamos una parte con la otra: una parte familiar y otra invadida por motociclistas misteriosos, un grupo de indigentes y comerciantes... Queríamos generar interacción con esta pieza lúdica para relacionarnos".
Por su parte, el músico Jorge Villanueva aseguró: "Obra negra tiene la musicalidad en el ritmo de como la construimos; dotarla de ésta fue difícil: es más bien música visual".