En reunión con el delegado Zero, señalan que Vicente Fox sólo atendió a mestizos

Denuncian indígenas pames maniobras del gobierno para quitarles tierras

Aseguran que la secretaria Xóchitl Gálvez no hace nada para resolver la situación

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Las Palmas, SLP., 26 de noviembre. La "guerra nacional" del Procede contra las propiedades comunales de los pueblos indios libra en esta comunidad del municipio de Tamasopo una de sus batallas más representativas. Como en todas partes que se entabla esa "guerra" silenciosa y legal, se busca hacer invisibles a los campesinos originarios, se les amenaza y persigue, se les intenta dividir con corrupción y desinformación. Pero como en muchas regiones indias de México, los pueblos oponen resistencia total a los programas de titulación y privatización que los gobiernos de Carlos Salinas para acá han impulsado por las buenas y las malas.

Cuando el presidente Vicente Fox visitó La Palma en fechas recientes, decidió que los pames no existían. "Vino a atender a los mestizos", dice un anciano de este pueblo xi'uy (como se llaman a sí mismos los pames) al dirigirse al delegado Zero, durante una amplia asamblea de los indígenas de esta parte de la Huasteca, en el contexto de la otra campaña. "Fox se fue con los ricos. Le dio vergüenza estar con los indios." Eso, no obstante que son la mayoría de la población. Los mestizos son 300, los indígenas más de mil.

También los declaran inexistentes la Secretaría de la Reforma Agraria, la Procuraduría Agraria y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, al "rasurarlos" del padrón ejidal, dejando sólo a los 300 advenedizos que buscaba Fox. Un anciano lo dice crudamente: "Nuestro principal problema son los mestizos". Sebastián de la Cruz Olvera, actual gobernador tradicional de este pueblo ancestral, lo pone así: "Todos aquí han sufrido de nuestros medios hermanos mestizos".

En los hechos tampoco existen para Xóchitl Gálvez, la administradora de lo indígena en el gobierno de Fox. Personalmente recibió la documentación y las demandas de los xi'uy. Aunque los indígenas han insistido, la funcionaria y la institución a su cargo no dicen ni hacen nada, según expresa el gobernador tradicional ante centenares de campesinos pames de Las Palmas y otros poblados, ranchos y municipios, reunidos todos con el subcomandante Marcos.

Y por si las dudas, "la policía nos busca, catea nuestros domicilios y los mestizos nos amenazan con matarnos, ahorcarnos, solamente para quitar la tierra a los xi'uy". La comunidad de Las Palmas, que existía antes de la llegada de los conquistadores, posee 34 mil 780 hectáreas por decreto presidencial de 1922. Desde entonces reclaman que les corresponden 45 mil, pero nadie les hace caso. Ahora, mediante el Procede, el gobierno las quiere "privatizar" y despojarlos de lo que tienen. Las instituciones se aliaron con los hacendados y recurrieron al método de comprarse algún "aliado": el comisario ejidal Celerino Castillo Castillo y unos 30 seguidores. Con su firma "autorizaría" el procedimiento de despojo.

En una asamblea aún más concurrida que ésta (y el salón está llenísimo hoy de hombres bajo su sombrero de palmas y muchas mujeres de todas las edades), Celerino fue desconocido por "traidor" a su pueblo, y el primero de enero de 2006 se eligió un nuevo comisario, Joaquín González, quien afirma: "Si la Procuraduría Agraria no me quiere reconocer, no importa. El pueblo me pone y me quita". Reconoce: "Es pesado, pero tengo las pruebas, ellos sólo el dinero. Con el apoyo de todo mi pueblo estaré pa' delante. Sin unión, no valgo nada".

Los xi'uy tuvieron que pagar a la corona española las tierras donde vivían de siglos atrás, mas nunca fueron reducidos por las armas del conquistador. Siempre se las han querido arrebatar; ahora, la modernidad neoliberal. Verlos y oirlos deja una certeza: nuevamente prevalecerán. Don Luis Sánchez ("de 87 años estoy viviendo en este mundo, y aquí estoy luchando") toma el micrófono y con voz rugiente señala a la concurrencia: "Dice el gobierno que se acabaron los indígenas. Tons, estos aquí de dónde vienen. La tierra es dueña de nosotros. No debemos tener miedo ni vergüenza. La ley tiene las manos, pero no respeta los derechos de los indígenas. Por esta tierra hemos derramado sangre. Nos duele el corazón porque nuestros padres y abuelos derramaron la sangre defendiéndola".

Hablan representantes xi'uy de diversos municipios. Los problemas son parecidos. Un hombre de Tierras Coloradas dice: "No nos dejemos intimidar por esas personas que intentan imponer autoritariamente el Procede. No debemos permitir que nos impongan reglas de fuera. Nos cobran impuestos y somos los dueños de este lugar. No debemos pagarles y defenderlo para nuestros hijos e hijas, por el bien de nuestra nación mexicana".

Están presentes varios ex gobernadores tradicionales, quienes tienen reconocimiento general. Francisco de la Cruz, Panchito, amerita una ovación. "El enfrentó al cacique Jonguitud Barrios", recuerda la mujer que lo nombra desde el micrófono. Todos siguen luchando por conservar bosques, agua, territorio. Otro hombre dice a Marcos: "La propiedad de los xi'uy es una semilla que ha quedado olvidada, pisoteada, pero ya va a florecer. Usted, ciudadano, lleve el mensaje para que se sepa lo que queremos: una nueva Constitución que nos defienda".