Coincide análisis de la dependencia con apreciaciones de organismos internacionales
Sugiere la SE al nuevo gobierno mejorar tecnología para avanzar en competitividad
Llama a aplicar políticas públicas que tomen en cuenta ''la gran polarización social''
La Secretaría de Economía (SE) coincidió con organismos internacionales en que México no ha avanzado en sus niveles de competitividad y advirtió que la próxima administración no sólo debe mejorar en tecnología como fundamento para incrementar la competitividad, sino por encontrar políticas públicas "que tomen en cuenta la gran polarización social de las oportunidades económicas de la población".
Destacó que dichas políticas públicas deben tener un enfoque integral que enfrente de manera efectiva la globalización y las brechas del desarrollo, y enfatizó que debe haber compromiso de los tres niveles de gobierno para atacar la corrupción interna y externa, ser más transparentes, dar seguridad pública, certeza jurídica y crear mejores condiciones de vida para la población.
Y advirtió que también debe haber corresponsabilidad por parte de los tres Poderes de la Unión, el sector empresarial-privado, incluidos patrones y empleados, así como del sector académico y de la sociedad civil, porque de lo contrario "no será posible elevar la competitividad para asegurar equilibrio justo y equitativo entre las distintas regiones del país y lograr acceso masivo a mejores oportunidades de bienestar para aquellos mexicanos que se han quedado marginados del desarrollo y viven en condiciones de pobreza".
En el Análisis de la competitividad en México, el coordinador de asesores de la dependencia, Gabriel Padilla Maya, aseguró que la competitividad tiene un vínculo estrecho con la estabilidad social, la posibilidad de crear mejores condiciones de vida, pero también con las condiciones para garantizar la seguridad pública, certeza jurídica, financiamiento, desarrollo de infraestructura y el nivel de corrupción o transparencia gubernamental.
Aseguró que para los próximos años México tiene el gran reto de mejorar el ambiente económico, el impulso a la inversión y negocios para conseguir que se produzca una generación de empleos creciente y sostenida, lo cual, sugirió, sería posible con cambios adicionales a las reformas estructurales, o modificaciones a la legislación para "eficientar el clima de negocios y disminuir las barreras a las empresas".
Enfoque integral
El trabajo de la Secretaría de Economía coincidió con evaluaciones de diversos organismos para los que "la posición competitiva de México no ha avanzado lo suficiente para generar los empleos y el crecimiento necesario". Para el Foro Económico Mundial, México se encuentra en el lugar 58 en competitividad de 125 países analizados, sitio que en comparación con 2005 representa haber mejorado un lugar; para el mismo organismo pero en el análisis de América Latina, el país se ubica en sexto lugar, sin ningún cambio; para la Fundación Heritage se ubica en el lugar 60, con dos sitios de avance; para el Banco Mundial está en el lugar 43 al remontar 19 posiciones, y para el Instituto Mexicano de la Competitividad se mantiene en el 31 de 45 países analizados.
De ahí que los grandes retos a vencer se concentran en fortalecer, eficientar y transparentar la operación de las instituciones; mejorar el sistema judicial para combatir los índices de crimen; destinar más recursos para educación secundaria y media superior; mejorar la infraestructura en sectores estratégicos como transporte, energía y telecomunicaciones; e impulsar reformas estructurales para crecer a un ritmo más acelerado.
A modo de recomendación para el próximo gobierno, el funcionario señaló que "la única vía para garantizar la competitividad en México a largo plazo" sería cerrar la brecha tecnológica que existe entre el país y sus propios competidores.
Sin embargo, advirtió, "dada la gran polarización social de las oportunidades económicas entre los mexicanos, se requiere de un enfoque integral o sistémico que enfrente de manera efectiva la globalización y las brechas del desarrollo para que el objetivo sea no sólo medir los índices de competitividad sino identificar los obstáculos y diseñar las políticas públicas para la mejora y sustentabilidad de la competitividad para generar más oportunidades de acceso a niveles de bienestar de la población".