El mundo tendría que preocuparse por lo que pasa en Guantánamo: Jorge Bolaños
Los países que critican a Cuba deberían vigilar sus propios derechos humanos
Ninguno de los 100 millones de niños que trabajan es cubano, afirma el diplomático
Más que preocuparse por la situación de los derechos humanos en Cuba, los gobiernos del mundo deberían atender las propias violaciones a esas garantías que se presentan en sus países, aseveró Jorge Bolaños, embajador de Cuba en México. "A los que se preocupan por los derechos humanos en Cuba, les decimos que se preocupen por los propios", dijo el diplomático.
Al encabezar una ceremonia por el 50 aniversario de la salida del yate Granma desde Tuxpan, Veracruz, hacia la isla, hecho que marcó el comienzo de la Revolución Cubana, Bolaños subrayó que el mundo debe preocuparse por las "violaciones que comete el imperialismo" en la base naval de Guantánamo, por los 200 millones de niños a nivel mundial que duermen en las calles, "ninguno de ellos es cubano" y por los 100 millones de menores de 13 años que se ven obligados a trabajar para sobrevivir.
Aseveró que en el mundo más de un millón de niños son forzados a prostituirse, que "decenas de miles" de infantes han sido víctimas de la compra de órganos; que al día mueren 35 mil menores en el mundo debido a enfermedades prevenibles y curables, amén de que 30 por ciento de los hombres y mujeres que habitan en América Latina no tienen trabajo ni seguridad social; en todos estos casos, recalcó, "ninguno de ellos es cubano".
Por ello, remarcó que a pesar del bloqueo estadunidense y de las constantes campañas de difamación contra la isla, "la Revolución se mantiene enhiesta".
En torno a la conmemoración, el embajador de Cuba en nuestro país señaló que el grupo de luchadores encabezados en ese entonces por Fidel Castro escogieron territorio mexicano como centro de organización, entrenamiento y partida debido a que "fue siempre la casa común de todos los cubanos de todas las épocas", amén de que el pueblo de su país siempre ha visto a México como "un símbolo señero de hermandad y solidaridad para todos los latinoamericanos".