De enero a octubre la Condusef recibió 640 quejas de víctimas de estafa por ese medio
Se dispara en México número de fraudes bancarios por Internet
Plantea directivo de Banorte doble autentificación para usuarios que manejan grandes cantidades
Reconocen autoridades que los delincuentes cibernéticos son cada vez más sofisticados
Ampliar la imagen Medios electrónicos de pago Foto: La Jornada
El aumento de los fraudes bancarios por Internet ha impedido que este sector del sistema financiero logre un desarrollo óptimo, toda vez que los usuarios prefieren asistir a las sucursales para realizar de la forma tradicional sus transacciones, por lo que las instituciones bancarias deben invertir en los mecanismos de seguridad que garanticen el resguardo de sus recursos.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), de enero a octubre de este año esta dependencia recibió 640 quejas de víctimas de fraude electrónico, las cuales reportaron pérdidas por 215 millones de pesos, una cifra superior a la registrada el año pasado, donde el organismo atendió sólo 47 casos, por una cifra no mayor a los 10 millones de pesos.
Héctor Abrego Pérez, director de Canales Electrónicos del Grupo Financiero Banorte, dijo que actualmente un número confidencial o password no es suficiente para garantizar que las transacciones que se realizan por Internet tengan un buen fin, por lo que los bancos están obligados a invertir en herramientas que eviten que los defraudadores sigan cometiendo ilícitos en la red.
Durante su participación en el foro organizado por la Red Mundial contra el Fraude en Línea, organizado por RSA, filial de la empresa de tecnología EMC Corporation, el directivo de Banorte explicó que para los usuarios identificados como de alto riesgo entre los que se encuentran aquellas personas físicas o empresas que manejan grandes cantidades de dinero, siempre debe existir una doble autentificación que permita al banco estar seguro de que quien está realizando la operación es en realidad el titular de la cuenta. "En este tipo de mecanismo, hemos invertido 15 millones de dólares en los últimos cinco años", apuntó Abrego.
Por su parte, Rafael Avante Juárez, director general de Servicios Legales de la Condusef, agregó que si bien en México el problema de los fraudes en línea no es "todavía" severo, sí se deben desarrollar dispositivos de seguridad que den confianza a los usuarios.
Detalló que hasta la fecha los montos robados en el país en los que están involucrados clientes bancarios no son "significativos", pero es un problema que crece rápidamente debido a que los delincuentes son cada vez más sofisticados, incluso han rebasado a las autoridades, que no cuentan con la organización que las mafias electrónicas tienen para operar en todo el mundo.
Sin embargo, con el apoyo de la Policía Cibernética y para delitos contra menores, de la Policía Federal Preventiva (PFP), se detectaron en lo que va de 2006, 2 mil diferentes tipos de procesos que sirven para robar las contraseñas de los usuarios de servicios de banca en línea entre éstos los denominados phishing, troyanos, virus, espías y spam, que llegan por correo electrónico, además de que se desactivaron 470 sitios por medio de los cuales se defraudaba a la gente. Por ello, la recomendación es que cuando se detecte un e-mail sospechoso sea reenviado a: alertasphishing@ condusef.gob.mx.
Avante mencionó que en el país se requieren campañas de información que le digan a las personas cómo protegerse de este tipo de ilícitos, acompañadas de herramientas legales que permitan desactivar de inmediato un sitio ilegal y que involucre a los bancos cuando de respaldar al usuario afectado se trate, pues las instituciones bancarias no se hacen responsables de este tipo de casos.
Christopher Youn, representante de RSA, señaló que este tipo de fraudes son sólo un eslabón más de una gran cadena del crimen organizado, donde los recursos que se obtienen por el robo a clientes bancarios sirven para financiar delitos mayores.
Explicó que 50 por ciento de los delitos cibernéticos tiene su origen en Estados Unidos, lo cual no significa que los ciberdelincuentes vivan en ese país, pues las bandas están tan bien organizadas y cuentan con la tecnología para operar desde cualquier otra parte del mundo.
Por la red no sólo se pueden cometer fraudes, según la PFP los delitos más comunes son las amenazas por correo electrónico, el robo de identidad (para comprar artículos con el nombre de otra persona o para culpar a otros cuando se comete un delito), difamaciones, ciberterrorismo y lo que se conoce como ingeniería social (personas que con el fin de obtener información se hacen pasar por otras u obtienen sus claves personales para cometer fraudes).