Hubo eficacia contra delitos y uso honesto de recursos, dice
Bátiz: en 6 años mejoró la imagen de la PGJDF
Entre los pendientes, menciona el aumento del narcomenudeo
Ampliar la imagen El procurador Bernardo Bátiz durante una entrevista con La Jornada, en 2005 Foto: Roberto García Ortiz
El titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Bernardo Bátiz Vázquez, dijo estar "tranquilo y satisfecho" con los resultados obtenidos durante su gestión. A dos días de que deje el cargo, el procurador afirmó que en los seis años que estuvo al frente de la dependencia se logró mejorar la imagen de la institución, "se resolvieron la mayoría de los casos más importantes" y se manejaron con honestidad los recursos.
"Yo me voy con la tranquilidad de que trabajé todo el tiempo y cumplí con mis responsabilidades de perseguir los delitos y mejorar la imagen de la procuraduría", indicó al término de la reunión del gabinete de seguridad y procuración de justicia.
Sobre los pendientes, Bernardo Bátiz mencionó que hubiera querido fomentar una procuración de justicia con criterio social, en el que no se busque a quién meter al reclusorio, a quién consignar, sino la verdad, "y entender que a veces hacemos más daño del que tratamos de evitar si nos pasamos de rigurosos. Pero se hizo el esfuerzo y muchos me han dicho que ha cambiado su criterio de cómo perseguir a los delincuentes; ahora cuidan no detener a inocentes; yo creo que el esfuerzo sirvió, ojalá esta idea continúe".
Acerca de la disminución de los índices delictivos que aseguran las autoridades capitalinas que se logró durante los seis años, el procurador capitalino expresó: "Acabamos de dar las cifras. Entre las más importantes está sobre el robo a vehículos: estamos en un promedio de 70 casos por día, contra los 120 que teníamos cuando iniciamos este gobierno, o contra los 160 de hace 10 años. "En robo a transportistas, cerramos con 34 a 35 por día, contra lo doble al inició de esta gestión; en cuanto a violaciones, han bajado entre 2 y 3 por ciento; en robo a transeúnte, ha disminuido entre 4 y 5 por ciento.
Reconoció que proliferan las armas en la ciudad y ha aumentado el narcomenudeo. Entre las causas de esto, mencionó "sin duda la pobreza, la marginación, la falta de expectativas para los jóvenes, que no tienen oportunidad de estudiar o trabajar y encuentran en la delincuencia una actividad".
Sobre la honestidad con que se manejaron los recursos, resaltó: "no hubo enriquecimiento por parte mía, ni de los servidores de niveles altos. La imagen de una gran cueva de ladrones que en algún tiempo tuvo la procuraduría, ya quedó desterrada".