Protestan contra la decisión oficial de restringir exportaciones
Huelga de nueve días comienzan productores rurales argentinos
Buenos Aires, 3 de diciembre. Los productores rurales argentinos comenzaron este domingo una huelga comercial contra las políticas del gobierno para el sector, lo que podría afectar el abasto de alimentos en el país, uno de los mayores exportadores globales de bienes agropecuarios.
La protesta, que se extenderá por nueve días e implica la suspensión de la compra y venta de granos y carne, tiene como blanco algunas medidas del gobierno que los productores consideran perjudiciales para el campo, como la restricción a las ventas externas de cortes vacunos, que el sector oficial decidió para controlar los precios internos.
''Acá vemos que hay un atentado a la libertad de comercio.
(Las autoridades) virtualmente han intervenido todos los mercados'', dijo el domingo en la televisión argentina Jorge Srodeck, secretario de la asociación Carbap, que forma parte de una de las entidades rurales que lanzaron la huelga.
La acción fue acordada por las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria (FAA) y la Sociedad Rural Argentina, tres de las cuatro entidades argentinas del campo, que también acusan al gobierno de intervenir en los mercados de maíz y trigo.
Argentina es el tercer exportador global de carne bovina y de soja, el segundo de maíz y uno de los cinco mayores de trigo.
En tanto, el gobierno dijo recientemente que la protesta tiene carácter exclusivamente político y no económico, ya que asegura que el sector agropecuario goza de una alta rentabilidad, gracias a los bajos costos locales y los altos precios internacionales.
A través de las restricciones a las exportaciones de granos y carnes las autoridades buscan aumentar la oferta doméstica, para evitar aumentos de precios en el mercado local.
Pero los productores argumentan que la intervención oficial generó bajas en los precios domésticos de las materias primas, lo que permite mayores ganancias a las firmas exportadoras que venden los productos a valores internacionales, en detrimento de los ingresos de los agricultores locales.