Bush acepta la dimisión con "profundo pesar" y elogia el trabajo del diplomático

John Bolton renuncia como embajador de EU ante la ONU; el Senado no lo ratifica

Se va otro funcionario de alto nivel, víctima de la derrota republicana en el Congreso

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 4 de diciembre. Quien declaró que podrían tirarse 10 pisos del edificio de la secretaría de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y nadie se daría cuenta, ahora tendrá que retirarse de ese edificio ya que su partido y la política de su jefe en la Casa Blanca se derrumbaron.

John Bolton, embajador estadunidense ante la ONU, fue obligado a renunciar hoy al enfrentar una segura derrota de su ratificación ante el Senado, y se vuelve así en otra víctima de la derrota de los republicanos en las elecciones legislativas del 7 de noviembre.

La renuncia de Bolton fue anunciada este lunes cuando la Casa Blanca enfrentó la realidad de que su embajador nunca sería ratificado por el Senado. Su nominación se había estancado durante el último año, y ejercía sus funciones desde agosto de 2005 bajo un nombramiento provisional presidencial que se vencía a finales de 2006. La reconquista de la cámara alta por los demócratas marcó el fin de cualquier posibilidad para Bolton en ese puesto.

Aunque Bush había insistido en promover a Bolton (lo hizo el mes pasado), hoy aceptó su renuncia con "profundo pesar"; lo elogió por haber "abogado por las posturas y valores de Estados Unidos y por haber promovido "la expansión de la democracia y la libertad". Bush criticó al grupo de senadores que obstaculizó su ratificación y los acusó de interrumpir "nuestra labor diplomática en un momento sensible e importante".

Pero pocos en la ONU comparten el sentimiento de Bush, ya que Bolton no ocultó su desdén por la institución antes de participar en ella, y durante su estancia se dedicó más a promover la agenda unilateral de Washington que en respetar y fortalecer el foro multilateral. "Arrogante, su desprecio provocó ira y ofensa en este lugar", dijo un fuente que ha trabajado durante años en la ONU a La Jornada. "Muchos aquí consideran que le hizo mucho daño a los propios intereses de Estados Unidos dentro de esta organización sólo por su comportamiento. Muchos de los que se rieron cuando Hugo Chávez hizo sus famosos comentarios contra Bush no fue porque necesariamente compartan la visión de ese líder, sino por el malestar que generó Bolton. Destruyó muchos puentes y su mal servicio diplomático dejará mucha tarea de reparación para quien ahora ocupe ese lugar".

Bush argumentó en su declaración oficial que Bolton "había argumentado por una reforma de la ONU porque le importa esta institución y desea que sea más creíble y efectiva". Pero después de una guerra que el secretario general Kofi Annan considera posiblemente ilegal, la violación ­según expertos internacionales y estadunidenses­ de las convenciones internacionales sobre tortura y prisioneros de guerra, y la renuencia a endosar acuerdos mundiales sobre ambiente y educación, es cada vez más difícil entender cómo Bolton podría tener la autoridad moral para determinar qué es "creíble" en el contexto de la institución (aunque muchos comparten su crítica a la ineficacia de la organización en varios rubros).

Bolton , en su carta de renuncia, escribe a Bush que "su liderazgo ha sido crítico en salvaguardar los valores e intereses de Estados Unidos en un momento de peligro y desafío". Sin embargo, el electorado no compartió esa apreciación, y ahora Bolton es el segundo funcionario de alto nivel que renuncia al gobierno de Bush después de las elecciones legislativas del 7 de noviembre (el primero fue el secretario de Defensa Donald Rumsfeld).