Anticipa menor crecimiento, entre otras cosas por los pasivos generados por las pensiones

La disminución de ingresos petroleros, un reto para el plan económico de Calderón

Aclara que de no haber reformas, en 2012 las finanzas tendrían un faltante de 295 mil mdp

ROBERTO GONZALEZ, CLAUDIA HERRREA

La recién estrenada administración federal no empieza con los mejores augurios en el terreno económico. En el paquete presupuestal entregado ayer a la Cámara de Diputados, el Ejecutivo anticipa una contracción del producto interno bruto (PIB) que, de aumentar 4.7 por ciento en 2006, lo hará a una tasa de 3.6 por ciento en 2007, en un entorno de disminución de ingresos petroleros y aumento de los pasivos generados por las pensiones y los proyectos de infraestructura energética financiados con recursos privados.

En los Criterios generales de política económica para 2007, el Ejecutivo federal anticipó que en los siguientes seis años buscará simplificar el pago de impuestos, reducir los tratamientos preferenciales, pero también explorar otras vías para disminuir la presión sobre las finanzas públicas. Mencionó la promoción de inversión privada en el sector de energía y una apenas esbozada propuesta de reforma tributaria, que hará más explícita en enero próximo.

Como todos los gobiernos, el actual asegura en los Criterios que el objetivo de la política económica será reducir la pobreza, aunque no fija una meta específica que permita evaluar en el tiempo si está surtiendo efecto su estrategia. Para alcanzar el objetivo general, anticipó un aumento en las transferencias a programas de alivio de la pobreza, como el de Oportunidades. También la instrumentación de incentivos fiscales para empresarios que contraten a personas sin experiencia laboral y la ampliación del llamado Seguro Popular y seguro médico para los recién nacidos.

"Durante los próximos seis años, las finanzas públicas enfrentarán importantes desafíos", indica el documento. "Es previsible una disminución en los ingresos petroleros, debido a menores precios y a una reducción en la producción de hidrocarburo", añade.

Por otro lado, abundó, los compromisos de pensiones, las amortizaciones de los proyectos de inversión de impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas, un mecanismo de contratación de obras de infraestructura energética con recursos privados) y la necesidad de fortalecer el gasto social y de infraestructura "constituyen importantes presiones de gasto que necesitan atenderse".

En números, y de acuerdo con el marco macroeconómico considerado en los Criterios, en 2007 el PIB crecerá 3.6 por ciento, con una inflación de 3 por ciento ­que es la meta fijada por el banco central. Anticipa una tasa de interés de referencia de 6.8 por ciento, cuatro décimas menos que en 2006, y un tipo de cambio de referencia de 11.2 pesos por dólar, ligeramente mayor al de 10.9 pesos por dólar de 2006.

En cuanto a la principal fuente de ingreso del fisco, el documento entregado al Congreso considera un precio de 42 dólares para el barril de la mezcla mexicana de petróleo de exportación, valor que es determinado de acuerdo con la fórmula establecida en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), aprobada este año y que por primera vez se aplica para la elaboración de un presupuesto federal, en este caso el de 2007.

Uno de los puntos sobre los que llama la atención el documento es la declinación de los ingresos petroleros en los siguientes años, tanto por un menor precio como por la disminución en la producción nacional del hidrocarburo. Así, en 2006 la plataforma de exportación fue de un millón 810 mil barriles diarios en promedio, con un precio de 53.2 dólares, también en promedio por barril. Para el siguiente ejercicio, la oferta exportable disminuirá a un millón 628 mil barriles diarios, con un precio de 42.5 dólares.

Mientras en 2007 los ingresos petroleros significarán 8.3 por ciento del PIB, esa proporción disminuirá hasta 7.3 por ciento en 2012. Un punto del producto interno bruto representa 98 mil millones de pesos actualmente. En contrapartida, según el mismo documento, las importaciones de productos petrolíferos, en especial de gasolina, irán en aumento: de 150 millones de barriles en 2006 a casi 350 millones en 2012.

Lo que el documento también pondera es que se mantendrá la "disciplina presupuestaria", entendida como no incurrir en gastos más allá de los ingresos disponibles. Para 2007, de hecho, plantea un cierre de ejercicio presupuestal en equilibrio. Sin embargo, menciona que de no ser puestas en práctica reformas para aumentar los ingresos del Estado, y en una situación inercial en la que las variables presupuestales y financieras no se modificaran, al concluir esta administración en 2012 las finanzas públicas tendrían un desequilibrio cercano a 3 por ciento del PIB, es decir, un faltante de 295 mil millones de pesos a precios actuales.

Los Criterios generales de política económica 2007, al ser los primeros que presenta la nueva administración federal, constituyen también de alguna manera un posicionamiento sobre la forma en que recibió el gobierno y las acciones que desarrollará o piensa poner en práctica en los siguientes años.

En este sentido, relata simplemente la forma en que el anterior gobierno del presidente Vicente Fox Quesada se benefició del auge de los precios del petróleo. Entre 2000 y 2006, el fisco recibió ingresos extraordinarios por la venta de petróleo equivalentes a 2.4 puntos porcentuales del producto interno bruto. Repite la argumentación del anterior gobierno de que esos recursos fueron gastados como se prevé en las leyes, pero no hace comentario alguno sobre la apreciación vertida, entre otros actores, por el Banco de México y el Fondo Monetario Internacional, en el sentido de que se diluyeron en gasto corriente y no en inversión de infraestructura.

Sobre otra de las reformas que el nuevo gobierno pretende propiciar, la energética, los Criterios hablan de que "desafortunadamente la eficiencia en la producción y la calidad de la distribución de energía en México es un lastre para el país, en lugar de ser una fuente que impulse el crecimiento económico". Añaden que es necesario avanzar en dos frentes para aumentar la producción y la calidad del suministro energético en México.

Por un lado, una mejoría corporativa que haga eficiente la operación de las tres empresas del sector energético (Pemex, Comisión Federal de Electricidad y Luz y Fuerza del Centro). "Por otro lado, emplear esquemas flexibles de producción que permitan incrementar la inversión, así como la adopción de las tecnologías más avanzadas para la producción y el suministro de energía".

En el sector de electricidad es necesario, dice el documento, promover una mayor eficiencia en la generación y transmisión realizada por CFE y LFC, así como incrementar la flexibilidad en el sector al fomentar esquemas de mercado en la generación y la comercialización de electricidad. Ello incluiría un marco legal que permita contratos bilaterales entre grandes consumidores y productores de energía eléctrica, así como permitir a los municipios perseguir proyectos de autoabastecimiento. Con ello se incrementaría la competencia y competitividad en el sector.

Sobre el tema que se ha discutido ampliamente en los días recientes, la existencia de monopolios privados ­que fue abordado en un estudio del Banco Mundial en el que se señala que en los últimos años se favoreció a monopolios en la industria de telecomunicaciones­, los Criterios dedican menos de tres líneas:

"En materia de telecomunicaciones es importante atender las recomendaciones de la Comisión Federal de Competencia, de forma que se genere una mayor competencia en el sector, que redunde en una mayor oferta y menores precios de los servicios".