Mediante diputados del FAP pide mejorar la calidad de vida y ofrecer más equidad
Plantea AMLO aumentar gasto social
En su plan alternativo, de $ 2.1 billones, sugiere reducir gastos de operación y canonjías
Al entregar su propuesta de Presupuesto de Egresos para 2007 a los diputados del Frente Amplio Progresista (FAP), el "presidente legítimo" Andrés Manuel López Obrador aseguró que se pretende reorientar el gasto a "sectores de alto contenido social, que mejoren la calidad de vida de la población, y ofrecer mayor equidad".
Para lograr el cumplimiento de esta política aseguró en el documento entregado ayer en San Lázaro "debemos terminar con el gasto corriente superfluo y los dispendios, que durante los años recientes se ha convertido en el principal componente del gasto público".
Como había anunciado ayer su equipo de trabajo, el monto del presupuesto es 2.1 billones de pesos, de los cuales 815 mil 915 millones se obtendrían por la exportación de petróleo crudo, al considerar un precio de exportación de 42 dólares por barril, así como 882 mil 100 millones por ingresos tributarios, con la aplicación de un programa de combate a la elusión y la evasión fiscal.
El resto de los ingresos provendrían, planteó, de los organismos y empresas diferentes a Petróleos Mexicanos, de la recaudación no tributaria y de su plan de austeridad para reasignar 85 mil millones de pesos, así como recortar en 12 mil millones de pesos lo destinado al rescate bancario.
El documento, enviado por conducto de su secretario de Hacienda, Mario di Costanzo, asegura que ante la gran desigualdad y pobreza que impera en el país, el gasto público debe ser reorientado a educación, salud, vivienda, inversión productiva y a establecer programas de alto contenido social.
Desde su punto de vista, esto se lograría con proyectos específicos en escuelas y universidades, la construcción de carreteras, de refinerías y de infraestructura productiva, que generen en conjunto crecimiento económico y empleo.
Y aseguró: "Debemos terminar con los proyectos de gasto electoreros que sólo buscan lucrar con la pobreza de las personas, para luego utilizar esos padrones en épocas electorales".
Al retomar algunos de sus planteamientos de campaña, la propuesta de López Obrador consideró que todo ello requiere ahorros en el gasto corriente de la administración pública, no sólo mediante la reducción de sus salarios, sino en los gastos de operación y las prebendas de los altos funcionarios públicos.
También planteó dejar atrás la ejecución de contratos libres, los sobreprecios en las obras públicas y las recompensas a la alta burocracia, así como eliminar las pensiones de los ex presidentes de la República, y los fideicomisos que permiten los gastos excesivos de los poderes Ejecutivo y Judicial.
Resaltó que la aplicación de la ley de precios competitivos, cuya iniciativa presentó hace dos semanas, permitiría revertir la política proteccionista "para unos cuantos empresarios multimillonarios" y, al mismo tiempo, fortalecer el mercado interno y la libre competencia.
Otro aspecto para obtener recursos adicionales, agregó, es el combate, "más que nunca", a las prácticas de elusión y evasión fiscal.