Usted está aquí: viernes 8 de diciembre de 2006 Mundo Objeta Bush las recomendaciones más importantes del informe sobre Irak

Ehud Olmert rechaza el texto; deslinda el conflicto israelí-palestino de la crisis iraquí

Objeta Bush las recomendaciones más importantes del informe sobre Irak

Admite el mandatario, en rueda de prensa con Blair, que "las cosas van mal" en la nación invadida

"La situación se deteriora; es cosa de semanas, incluso días", dice uno de los autores del documento

AFP, DPA, REUTERS

Ampliar la imagen Tony Blair y George W. Bush, ayer durante una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca Foto: Reuters

Washington, 7 de diciembre. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, objetó las principales recomendaciones del informe elaborado por el Grupo de Estudios sobre Irak, pero aceptó darle un empujón a la paz en Medio Oriente, tras conversar este jueves en Washington con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair.

Además, el mandatario republicano reconoció que "las cosas van mal en Irak", un día después de que se difundió el informe.

"Queremos que nuestras tropas de combate se retiren de allí lo antes posible. Queremos que los iraquíes asuman (mayor responsabilidad en) la lucha", dijo Bush, pero insistió en que "tenemos que ser realistas y flexibles al elaborar programas".

Uno de los autores del nuevo informe advirtió a Bush, que debe actuar rápidamente antes de que la crisis se salga de control.

"Queda poco tiempo. La situación se deteriora. Debemos actuar de inmediato. No es una cuestión de meses; es sólo cosa de semanas, incluso días", dijo el ex congresista Lee Hamilton a la cadena de noticias CNN.

El jefe de la Casa Blanca informó que Blair emprenderá próximamente un viaje a Medio Oriente en busca de "esfuerzos concertados para hacer avanzar la causa de la paz".

En la rueda de prensa que ofreció junto con el primer ministro británico, Bush comenzó describiendo la violencia en Irak y admitió: "Las cosas van mal en Irak".

Añadió: "¿Quieren franqueza? Pensé que íbamos a triunfar más rápidamente. Estoy decepcionado por la lentitud del éxito".

Bush no escatimó alabanzas al informe del Grupo de Estudios, conformado por 10 miembros de los dos principales partidos estadunidenses, pero advirtió que el trabajo del panel, encabezado por el ex secretario de Estado James Baker, es uno de varios a analizar, pues faltan por producirse informes del Pentágono, el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional.

Aseveró que finalmente definirá su estrategia en Irak tras recibir dichos documentos.

"No creo que Jim Baker y Lee Hamilton esperen que aceptemos todas las recomendaciones", señaló el presidente. "Creo que esperan que analicemos cada recomendación, que prestemos atención a lo que nos sugieren".

El informe propuso retirar las tropas de Irak a más tardar a principios de 2008, entablar un diálogo político con Irán y Siria y redoblar los esfuerzos por la paz en Medio Oriente.

"Si las personas deciden venir a la mesa de negociaciones para discutir sobre Irak, necesitan entender que tienen la responsabilidad de no subvencionar al terrorismo, y a la vez que deben ayudar a la supervivencia de esta joven democracia y ayudar a la economía de este país", declaró.

Bush le dijo al gobierno del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad: "Si ellos aceptan suspender sus actividades de enriquecimiento (de uranio), Estados Unidos estará allí en la mesa de negociaciones con nuestros aliados".

Reiteró que "no hay necesidad de aislar a las personas. No hay ninguna necesidad de continuar siendo obstinado solamente para satisfacer un manifiesto deseo de tener un arma nuclear".

De su lado, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se afanaba este jueves por deslindar el conflicto israelí-palestino de la situación en Irak, al manifestar abiertamente su desacuerdo con el informe Baker, que hace temer a Tel Aviv un cambio de rumbo en la política estadunidense.

El texto recomienda que Estados Unidos se comprometa en favor de la resolución del conflicto entre israelíes y palestinos, así como la retirada de las tropas de Tel Aviv de la meseta siria del Golán a cambio de un acuerdo de paz entre Siria e Israel.

"El informe no refleja la postura de Estados Unidos, sino una opinión en Estados Unidos. Es ante todo un asunto interno", dijo Olmert durante un encuentro con la prensa en Tel Aviv.

"Por lo que respecta a establecer una relación entre el problema iraquí y el de Oriente Medio, tenemos un opinión diferente y, que yo sepa, el presidente Bush también ha tenido en los últimos años una opinión diferente", añadió.

Olmert insistió en que para él los "problemas estadunidenses en Irak son completamente independientes del conflicto que nos opone a los palestinos".

Pacifistas piden acción

A su vez, la organización israelí Paz Ahora llamó hoy al gobierno de Israel a implementar las recomendaciones del informe.

En un comunicado, el grupo pacifista asegura que Tel Aviv "no debe meter la cabeza en la arena e ignorar las recomendaciones explícitas del informe. La política israelí de rechazar cualquier iniciativa política es una receta para más violencia y una tercera intifada".

Fuentes de la cancillería siria saludaron el informe y afirmaron que éste es "objetivo, sobre todo en lo que concierne al papel de los países vecinos de Irak para afianzar la seguridad y la estabilidad en esa nación" árabe.

A su vez, el canciller francés, Philippe Douste-Blazy, afirmó que París considera que el informe es "lúcido" y refleja nuestro punto de vista sobre el estado de la situación en Irak".

Por último, Moscú está "dispuesto" a desarrollar una "cooperación constructiva" con el nuevo jefe del Pentágono, Robert Gates, declaró hoy el ministro ruso de Defensa, Serguei Ivanov.

Los intereses de Moscú y Washington "no coincidirán siempre", pero la "estabilidad estratégica global" y la "amenaza real de la proliferación de armas de destrucción masiva" seguirán siendo asuntos "clave" de la cooperación bilateral, subrayó Ivanov durante una conferencia de prensa realizada en la ciudad de Kiev.

 
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