Jóvenes con padecimientos, vulnerables a las drogas
Experta: la falta de atención siquiátrica conduce a adicciones
La insuficiente oferta de servicios médicos siquiátricos es un factor de riesgo para las adicciones, debido a que dos terceras partes de los jóvenes que sufren ansiedad y la mitad de quienes padecen depresión también son dependientes de alguna droga, advirtió María Elena Medina Mora, directora de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente.
Aseguró que del total de mexicanos que en algún momento de su vida sufren un trastorno emocional o de conducta, sólo 17 por ciento recibe un tratamiento clínico adecuado, mientras que si se garantizara a todos estos pacientes la atención médica que requieren, podría evitarse hasta una tercera parte de las adicciones.
Durante su participación en el Congreso Internacional de Adicciones, la especialista resaltó que en los casos de dependencia a los estupefacientes y comorbilidad siquiátrica, la rehabilitación de los individuos es más complicada y sus vidas más difíciles.
Refirió que estudios recientes arrojan que la población de 18 a 25 años de edad, 25 por ciento ha presentado algún trastorno a lo largo de su vida, de los cuales 15 por ciento son de ansiedad, 9 por ciento del afecto (la mayor partes es depresión) y 7 por ciento, trastornos de conducta e incluye el abuso dealcohol y drogas ilegales.
Llamó entonces la atención sobre la importancia de impulsar acciones para aumentar la oferta de servicios médicos especializados para tratar los trastornos mentales, principalmente en la adolescencia. Lo que actualmente ya se hace es que en los Centros de Integración Juvenil se proporciona a los adictos, que han decidido buscar su rehabilitación, el tratamiento conjunto para alejarlos de las drogas y al mismo tiempo, atacar el problema emocional que presenten. Sin embargo, hace falta fortalecer la prevención.
Explicó que el problema se agudiza en los jóvenes porque se encuentran sometidos a diversos factores que les provocan estrés e incertidumbre. Tienen que decidir su vocación profesional, terminar sus estudios de educación media superior, afirmar su identidad, entre otros, y en estas condiciones los trastornos emocionales se vuelven el espacio idóneo para que al encuentro con las drogas, se desarrolle la adicción.
Antes, señaló Medina Mora, estaba claro para los jóvenes que si estudiaban podrían acceder a un trabajo en el futuro. Ahora los muchachos estudian y eso no significa que vayan a conseguir un empleo. Es decir, explicó, la falta de oportunidades, la desigualdad social y la pobreza tienen un impacto fuerte en el aumento de las adicciones.
No obstante, también deben mencionarse otros factores como el hecho de que en la actualidad, existe una mayor disponibilidad de sustancias ilegales y el alcohol.