Recuerdan a Calderón respaldo para toma de posesión
Advierte PRI a PAN y PRD que no busquen remover a Ulises Ruiz
Ante una posible alianza entre PAN y PRD para declarar la desaparición de poderes en Oaxaca, el Consejo Político Nacional (CPN) del PRI manifestó ayer su "respaldo incondicional al pueblo de Oaxaca y al gobernador constitucional del estado, Ulises Ruiz Ortiz", al tiempo que condenó a quienes se confunden y pretenden convertir la violencia en práctica sistemática para resolver diferencias políticas e ideológicas.
"No somos un partido de aventureros que entienda la democracia como sinónimo de anarquía, caos o subversión. Para el PRI la democracia implica construir los equilibrios, los puentes y los acuerdos necesarios para impulsar el desarrollo nacional. Significa vivir dentro de un marco institucional. No podemos aceptar que las libertades políticas se traduzcan en actos de conspiración para derrocar gobernadores, impedir la transmisión de poderes o hacer desaparecer el estado de derecho a capricho de grupos violentos", advierte el documento aprobado por unanimidad durante la sesión extraordinaria del CPN.
Mientras, el coordinador de los diputados federales del tricolor, Emilio Gamboa, enfatizó que quienes deben decidir sobre el destino de esa entidad son los oaxaqueños, "no es una decisión de dos partidos, lamentaría mucho eso; que decidan los oaxaqueños qué es lo que quieren ahí. Ellos han manifestado su necesidad de volver a la tranquilidad y a la paz, el PRI a eso le está apostando, que Oaxaca regrese a ello".
En tanto, el documento, firmado por los diputados María Beatriz Pagés Llergo Rebollar y Jorge Toledo, destaca, como mensaje al gobierno de Felipe Calderón, que el primero de diciembre no llegó a ser "uno de los días más aciagos para la nación" porque el PRI, "siempre comprometido con la estabilidad, garantizó con su presencia en el Congreso que el Estado constitucional no se rompiera. Asistimos a la toma de protesta del Presidente de la República en un franco compromiso con las instituciones democráticamente electas, la Constitución y la paz social".
Sostiene que muchos se atreven a opinar sobre la salida del gobernador de Oaxaca, "pero no dicen ni aceptan toda la verdad", pues no reconocen que detrás del conflicto oaxaqueño "hay una clara disputa por repartirse la República. Que en Oaxaca hubo y hay manos ajenas a los intereses de los oaxaqueños. Que la entidad fue víctima de una estrategia cuyo objetivo principal era comenzar a sepultar al priísmo nacional. Prueba de ello es que tardaron seis meses en avalar la aplicación del estado de derecho".
Insiste en que como partido, el PRI está en favor de la instauración de la legalidad, no de la represión ni de la violación de las garantías individuales. "No nos confundamos, que no se confunda nadie, convertir la violencia en método, en práctica sistemática para resolver diferencias políticas e ideológicas significa introducir al país en un túnel sin retorno. Es la oscuridad de una noche sin fin".
Los priístas, agrega, ven con agrado que la sociedad oaxaqueña recupera la tranquilidad, "una tranquilidad que le fue arrebatada por radicales y mercenarios", a quienes no les importó "pervertir los valores locales y nacionales... Hoy nos toca defender la dignidad de Oaxaca. Hoy nos toca estar unidos para defender los derechos de ese pueblo ultrajado en su dignidad por la violencia. Que no nos arrebaten de las manos lo que por derecho nos pertenece, que no nos avergüence ser priístas, que no nos venza la duda. Construyamos el futuro de este PRI que tiene todas las posibilidades".