Rinden homenaje a Ernesto Gómez Cruz por sus 40 años de trayectoria profesional

"Ser actor es como quien quiere ser bombero y lo es toda su vida"

En la actualidad, los jóvenes sólo quieren ser estrellas de televisión, dijo

El gobierno cree que con mano dura y yendo contra los líderes va a acabar con el movimiento de Oaxaca, comentó

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ernesto Gómez Cruz (Veracruz, 1933) es un hombre sencillo con un gran talento para dar vida a personajes. Durante sus 40 años de trayectoria profesional ha estado entregado en cuerpo y alma a su pasión por actuar, y el jueves pasado, en el contexto del Festival de Cortometraje El Cine a las Calles, se le rindió un homenaje mediante una discreta ceremonia en el Museo Nacional de Culturas Populares.

"El que quiere ser actor es como quien quiere ser bombero y lo es toda su vida. Mi padre fue bombero toda su vida. No le pagaban más que una cosita, pero quería serlo y llegó a comandante. Hay que tener muchas ganas de ser, porque si nada más es por querer aparecer en la televisión no se puede. Por eso, actualmente hay pocos actores: la gran mayoría de los jóvenes no quieren ser actores, sino estrellas de televisión, y eso le resta a la profesión", contó en entrevista, tras el homenaje.

Ese día, Gómez Cruz celebraba además que se dio a conocer un laudo, el cual señala la restitución de sus derechos sindicales, mismos que le fueron retirados hace más de un año.

Al actor, ganador de siete Arieles, siempre lo ha movido un sentido de la justicia, ya sea en el mundo sindical de los actores o en el amplio espectro nacional. "Estoy con los más amolados. Si fuera más joven estaría metido en una guerrilla, pero ya no tengo edad. Sin embargo, la mente está dispuesta a luchar".

Con respecto a la situación del país, no le dio vueltas: "Estamos en la olla.

"Nosotros, que nos consideramos pueblo pueblo, tenemos que obedecer las leyes, pero los otros, que tienen dinero, no las obedecen; yo creo que las hicieron para tenernos amolados", dijo el actor perredista. "Estamos conscientes de que nos hicieron trampa y le robaron la elección a don Andrés. Con López Obrador teníamos la oportunidad de que esto cambiara, de que el campo y los sectores más castigados fueran favorecidos. Con el actual gobierno, que se implantó a la fuerza, no vemos esa posibilidad. Espero que a don Andrés no le pase nada y que tarde o temprano seamos gobernados por él".

Por ahora, espera "que no seamos reprimidos como en Oaxaca".

Con "mano dura y yendo contra los líderes piensan que van a acabar con el movimiento, pero quién sabe en qué se están metiendo", porque no lo van a lograr, continuó.

"Cuando el pueblo empieza a despertar, es difícil, difícil. Nuestra revolución así empezó, y fue el pueblo el que dio la sangre y logró que se triunfara."

Respecto a la cultura y el poder, afirmó: "El gobierno no quiere que salga adelante (la cultura). El dinero es el que domina todo. Los que tienen el poder tienen el dinero, pero no les interesa la cultura. Y como no les interesa, según ellos a la raza qué le va a importar".

Lucha gremial

Tras más de un año de que le fueron quitados sus derechos sindicales ("lo hacen para que no tenga oportunidad de volver a jugar en las elecciones de la Asociación Nacional de Actores ­ANDA­; nosotros exigíamos que hubiera democracia: si alguien no está de acuerdo con un dirigente, lo callan"), el jueves le informaron que un laudo señala que se le deben restituir.

La historia, según Gómez Cruz: "Tenía el cargo de presidente de Honor y Justicia. Evangelina Elizondo tenía el de presidenta de la Comisión de Fiscalización y Vigilancia, los dos cargos más importantes de la ANDA, fuera de lo que es el comité. Empezaron a salir gastos que no debían. Evangelina lo señaló en asamblea. Ni ella ni yo hablamos de robo, pero sí de mala gestión", hasta que terminaron destituyéndolo y quitándole los derechos sindicales.

Aún hay una demanda en su contra "por 3 millones de pesos y 350 mil para cada miembro del comité sindical, por daño moral" al gremio. No era la primera vez que los líderes buscaban "castigarlo".

Ernesto Gómez Cruz, ha encarnado un arcoiris de personajes, como El Azteca, en Los Caifanes (1966); Dionisio Pinzón, en El imperio de la fortuna (1985); el gobernador, en La Ley de Herodes (1999); el obispo, en El crimen del Padre Amaro (2002), y el compadre Filemón, en Un mundo maravilloso (2005). Ha sido dirigido por Paul Leduc, Miguel Littin, Jorge Fons, Felipe Cazals, Arturo Ripstein y Luis Alcoriza; reconoce como su maestro a un hombre que sólo fue extra en películas, y se hacía llamar Julio de León o Carlos de León.

Gómez Cruz recuerda con especial cariño aquellos días de aprendizaje en su natal Veracruz, en los que cada noche, durante un año, él y otros aspirantes a actores ensayaron la misma escena, cada noche distinta. Y nunca terminaron la escena: "Diario ensayábamos en la noche, y diario era diferente, pero eso nos enseñó a actuar". Cuando actuó profesionalmente, "lo que me decían me llegaba, porque recordaba que este señor ya me lo había dicho, aunque de otra manera".

Gómez Cruz recuerda a su mentor: "Se le veía con huaraches, en bicicleta; con una bolsa de manta en las que cargan harina, llevando piezas arqueológicas para vender a turistas, y era muy dado al cigarrito, a la mota. Andaba sudado, mugroso, y de repente se perdía una semana y se le veía en Veracruz, con un traje, su sombrerito, y una relación hasta con el presidente municipal. Las chicas de la alta sociedad lo saludaban, y él les hablaba y las convencía, y en la noche ya estaban ensayando con nosotros. A los ocho días se iban porque veían que no pasaba nada. Le pusimos 'el maestro loco', pero lo recuerdo con mucho agrado, porque me inició".

Durante sus 40 años de trayectoria profesional, Gómez Cruz también ha participado en teatro y televisión. Actualmente comparte el papel del comandante, en la obra Aventurera.