DISQUERO
La fuerza del amor
El poder de la música hace posible milagros. Porque una epifanía y no otra cosa es el álbum titulado dulcemente Love (Apple/Parlophone/Cirque du Soleil) y convierte lo imposible en hecho: he aquí un NUEVO disco de Los Beatles.
Ideado por George Harrison y su amigo Guy Laliberté, fundador éste de esa trouppe maravillosa llamada Cirque du Soleil y puesto en vida a partir de 2003 por George Martin, el editor por antonomasia del cuarteto liverpoolístico, tiene como resultado una obra maestra que es la grabación doble (el segundo disco contiene el mismo material, pero para ser leído en reproductores dvd en formato de audio 5.1) germinado para crear la nueva obra del Cirque canadiense, que inició temporada en junio pasado en Las Vegas, en un trabajo coreográfico extraordinario (en Internet se pueden apreciar muestras en video y uno puede soñar con hacer reservaciones y volar a verlo en vivo) que muestra en primer lugar el poderío musical de cuatro músicos (Lennon, McCartney, Harrison, Starr) que cambiaron el rumbo de la humanidad hace casi medio siglo y que siguen creando merced a la fuerza intrínseca de su genio.
Se trata del nuevo disco de Los Beatles porque toma como punto de partida segmentos de su obra a manera de inspiración para un intenso trabajo de edición que sigue la lógica de los grandes sinfonistas. Elaborada a manera de suite sinfónica, sus 26 cortes conforman en realidad una sola partitura, untada al espíritu creativo mediante la imaginación sinfonista de George Martin y su hijo Giles, quienes elaboran una luenga sinfonía a la manera de Bruckner, con un formato sonata (tema, exposición, elaboración, clímax) estableciendo vínculos entre un tema melódico y el siguiente mediante articulaciones logradas a partir de los momentos de abstraccionismo, experimentación, resoluciones verdaderamente revolucionarias que hicieron de Los Beatles los grandes músicos parteaguas, imagen verdadera y contraria al lugar común y demás ñoñerías que los tienen, para una mayoría cursi y desorientada, como los hacedores de baladas y cancioncitas. Nada de eso.
Para probarlo he aquí la verdadera fuerza de Los Bíceps (The Beatles), constructores de lo que mi maestro José Agustín bautizó acertadísimamente en su momento como la nueva música clásica.
Desde el coro a capella de Because hasta la sinfonía coral All you need is love, los Martin crean un vasto mural mahleriano, bruckneriano, un espejo sinfónico que elonga el placer al infinito. Escuchar este disco es igual que hacer el amor. No es casualidad que se titule Love. Uno quiere más, más, que nunca se acabe el placer. La lógica del cuarteto de cuerdas, la instrumentación que incluye instrumentos sinfónicos como el címbalo, el poderío musical de Los Beatles, sublimado.
Es música de arcángeles que suena.