Usted está aquí: domingo 10 de diciembre de 2006 Política Forzoso, elevar salarios a los más pobres: OIT

Forzoso, elevar salarios a los más pobres: OIT

CAROLINA GOMEZ MENA

En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe más de 80 por ciento de ingresos en los hogares proviene de las remuneraciones al trabajo, establece el informe Panorama laboral 2006, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se hace hincapié en que, para que las naciones tengan mayor crecimiento y bienestar, y en suma disminución de la pobreza, el aumento a los salarios de la población más pobre es factor indispensable.

"Los bajos ingresos laborales restringen la posibilidad de un mayor consumo interno, lo que a su vez limita la expansión del producto interno bruto", explica, y destaca que la desigualdad en la distribución del ingreso en la región es "obstáculo importante para la reducción de la pobreza". Resalta además que la "elevación de los sueldos a los más desfavorecidos y el desarrollo de políticas de productividad laboral incrementan el ahorro y la inversión a escala local y nacional, requisitos indispensables para lograr crecimiento".

Según la OIT, "la pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso constituyen problemas apremiantes en América Latina y el Caribe, región del mundo que tiene mayor desigualdad en percepciones". En torno de eso desglosa que en cinco países ­Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador y Paraguay­ "el ingreso laboral promedio del decil más alto es más de 100 veces el decil más bajo", lo cual evidencia la enorme brecha entre los que ganan mucho y quienes perciben poco.

En este aspecto, México, al igual que Chile, Brasil, Paraguay y Colombia, entre otros, es situado por la OIT entre las naciones de la región que han logrado disminuir entre 2000 y 2005 la desigualdad en ingresos laborales, pero remarca que aún falta mucho por hacer.

De igual forma, el organismo, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, subraya que la "inserción laboral es más difícil para las poblaciones pobres que para aquellas que tienen ingresos superiores. Las primeras tienen tasas de participación inferiores a las segundas. En 2005, en 12 países seleccionados de la región, la tasa de desempleo entre la población pobre, en promedio, fue casi 2.9 veces más alta que el índice de la población no pobre".

Inclusive, agrega, la brecha en la tasa de desempleo es más amplia si se compara la situación de los indigentes (hogares cuyo ingreso per cápita mensual es de hasta 30 dólares) con la que tienen los no pobres (cuyo ingreso per cápita al mes es superior a 60 dólares).

En el caso de México, en 2005, respecto de la tasa de desempleo por condición de pobreza en las áreas urbanas, el reporte precisa que el índice total (es decir, pobres y no pobres) fue de 4.6 por ciento. El de desempleo únicamente entre los pobres, a los que clasifica en indigentes y en integrantes de hogares cuyo ingreso no satisface las necesidades básicas (NSNB), fue de 14.2 por ciento, es decir, se eleva casi 10 puntos porcentuales en relación con la tasa general.

Si se estudia por separado al sector de los indigentes, la tasa de desempleo fue aún más elevada, pues ese año llegó a 20.5 por ciento, mientras la de los NSNB fue de 7.5 por ciento. En contraste, la de los no pobres fue de 2.9 por ciento.

 
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