El IMSS, 2 meses sin fármacos para operados del riñón
Alrededor de dos meses lleva el desabasto de medicamentos inmunosupresores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), denunciaron pacientes con trasplante de riñón, para quienes la carencia de los fármacos pone en riesgo su salud y sus vidas al aumentar el riesgo de rechazo del órgano sustituto.
Sin embargo, dijeron, "a las autoridades no les importa nuestra salud y menos aún la inversión que realiza el Seguro Social en la realización de los trasplantes", los cuales son cirugías de alta especialidad y elevado costo económico, que prácticamente se tirarían a la basura si los pacientes dejan de tomar los medicamentos que requieren de por vida.
Guadalupe López Galicia, de 62 años y con 10 de haber sido sometida a un trasplante de riñón, aseguró que es recurrente el desabasto. Recordó que hace 15 días al menos ocho personas estaban a la espera de que se les surtieran sus recetas. Algunos de ellos, dijo, no tenían tabletas ni para el día siguiente.
La señora aseguró, además, que sin previo aviso, el IMSS dejó de comprar inmunosupresores de patente y adquirió genéricos intercambiables. "Dicen que tienen la misma calidad, pero a mí el cambio me provocó náuseas y vómitos. Bajé hasta seis kilos".
Arturo Galicia recibió un riñón sustituto a mediados de este año y desde entonces no ha tenido de manera regular el medicamento prescrito. Su esposa, Marlen Mejía, ya ha presentado quejas en diversas oficinas y hasta en la Presidencia de la República, de donde está a la espera de la respuesta.
Las protestas de este tipo se multiplican, mientras en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, donde son atendidos los afectados, sólo les dicen que el presupuesto se terminó y no hay fecha para que se regularice el abasto.
Todos los entrevistados hicieron un amplio reconocimiento del trabajo que realizan los especialistas en el trasplante de riñón, porque tienen una calidad humana y profesional invaluable, afirmaron.
"Para nosotros el problema está en la administración del instituto y la indiferencia con la que se tratan las quejas de derechohabientes". Elio Chávez relató que un directivo del nosocomio le contestó: "si no están a gusto váyanse a otro hospital".