Jackson, Paredes, Gárate y Oliva buscan la presidencia
"Patadas bajo la mesa" en el relevo de la dirigencia priísta
El espíritu de unidad que invocaron los priístas durante la asamblea extraordinaria del Consejo Político Nacional (CPN), donde se acordó el método de convención de consejeros para elegir a su nueva dirigencia, sólo consiguió alentar los "golpes bajos" entre los simpatizantes de Enrique Jackson y Beatriz Paredes, quienes buscan, al igual que Javier Oliva y Alejandro Gárate, la presidencia nacional del tricolor.
De diversas entidades del país se hicieron llamados a privilegiar el diálogo y la unidad, y a respetar "con seriedad y madurez" los acuerdos tomados por el CPN, luego de las declaraciones de Alejandro Gárate, quien reclama una consulta directa a las bases y no un acuerdo cupular para imponer, por medio de una "candidatura de unidad", a quienes encabezarán al tricolor.
"En el PRI ya no queremos líderes de la burocracia tecnocrática, quienes pretenden promover una nueva dirigencia por la vía de una fórmula de unidad; ya basta que la anquilosada tecnocracia burócrata argumente sobre el método de elección que la consulta a la base origina gastos que el PRI no puede sustentar y que, por ello, resulta más barato promover una elección cerrada e indirecta con la ausencia de la militancia y simpatizantes del partido", sostuvo Gárate.
Mientras, quienes apoyan la candidatura de Jackson Ramírez externaron su molestia porque apenas unas horas después de que se fijaron las reglas del juego para la renovación de la dirigencia del PRI, "comienzan a darse los golpes bajos por quienes sólo buscan saciar apetitos eminentemente personales".
Desde diferentes estados, aseguran quienes apoyan al ex senador, grupos de delegados del tricolor ya comenzaron a hacer manifestaciones fuera de lugar para enrarecer el proceso al descalificar y desestimar, sin fundamento alguno, a quienes aspiran a dirigir al Revolucionario Institucional.
"No se vale que asomen estas actitudes cuando se han tomado acuerdos que han sido consensuados por la militancia priísta. No se vale que se intente ahondar la división, cuando lo que se requiere es fortalecer y consolidar la unidad interna partidista", se puntualizó en reuniones de trabajo de militantes que esperan la emisión de la convocatoria para iniciar los trabajos proselitistas de los precandidatos a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional.
La demanda es porque se respete a los aspirantes y porque se privilegie la cohesión y el diálogo entre el priísmo de tal manera que se elija una dirigencia que conduzca los destinos del PRI. Se pronuncian porque haya "una renovación a la altura de las circunstancias, que sea fuerte, con liderazgo para alcanzar el propósito fundamental de recuperar votos y la confianza de la gente".
Reconocen que los aspirantes al cargo han manifestado su tendencia hacia a la madurez, a la unidad y a estar dentro de una competencia ampliamente democrática, aunque advierten sobre riesgos de eventuales rompimientos si persisten "las patadas bajo la mesa".