Plantea la UNAM invertir en investigación tecnológica
Carece el país de políticas de largo plazo sobre agua
Necesario, el trabajo de gobiernos, universidades e IP
Ampliar la imagen Desfogue de la presa El Barrial, donde confluye el río Turbio, en Guanajuato Foto: Mario Armas
Uno de los temas ausentes en el Plan Hidrológico Nacional es cómo se incorporará la investigación en el desarrollo tecnológico para resolver los problemas hídricos del país, sostuvo Sergio Alcocer Martínez de Castro, director del Instituto de Ingeniería, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Advierte que si bien existen apartados en los cuales se señala que debe realizarse cierta investigación, la incorporación de ésta no es lo suficientemente transversal para que participen las universidades e instituciones de educación superior (IES).
Para el académico e investigador, esa es la razón de que en México no exista una agenda integral sobre investigación y desarrollo tecnológico en materia de agua. Esta agenda, precisa, existe, pero fraccionada, sin cohesión.
"Es un problema tanto de políticas públicas como de las IES. Por un lado, las universidades no hemos sabido reconocer los problemas y las enormes oportunidades que hay alrededor del tema del agua. Por otro lado, está el usuario del recurso, ya sea operador de sistemas de agua o de drenaje o saneamiento; la propia Comisión Nacional del Agua no ha planteado propuestas a mediano y largo plazo."
Añade que en la práctica las agencias gubernamentales se han convertido en instituciones que sólo resuelven los problemas cotidianos, porque eso es lo que exige la dinámica de la situación, pero soslayan los problemas de mediano y largo plazo. "Me parece que es allí donde las dos partes tenemos que sentarnos y establecer un precedente para poder trabajar juntos con una visión a futuro."
"El problema requiere tiempo"
Para el universitario, los problemas del agua en México se resolverán con tiempo e inversiones importantes, tanto realizando estudios sobre diferentes opciones como ampliando la infraestructura.
"Necesitamos tiempo para hacerlo. Por ejemplo, en el problema del suministro de agua para el Valle de México existen varias opciones, varias alternativas, pero tenemos que iniciar los estudios necesarios para hacerlo."
Aquí cita uno de los proyectos que lleva a cabo el Instituto de Ingeniería: la desalación de agua de mar como propuesta de solución a los problemas de agua en las zonas urbanas de las costas nacionales, y afirma que una de las maneras de resolver ese problema sería adquirir la tecnología necesaria que actualmente está disponible en el mundo.
Sin embargo, repara en que eso llevaría al país a depender ciento por ciento de la tecnología extranjera, renunciando a la capacidad de tomar decisiones nacionales y desarrollarla internamente.
"Si queremos tener algo que decir en materia de desalación, tenemos que empezar ahora formando los cuadros técnicos que conozcan ese problema; tratar de entender las tecnologías y, por qué no, tratar de modificarlas e incluso innovar en torno a ellas para que en algún momento podamos tener una tecnología mexicana de desalación de agua de mar."
¿Qué tan lejos nos encontramos de esa situación?
Justamente estamos trabajando en eso. El objetivo del proyecto de desalación es, primero, formar los cuadros técnicos. En segundo lugar, vamos a enterarnos del estado del arte que existe en el plano internacional en procesos de esta naturaleza y en dónde hay nichos de oportunidad para un proyecto así, incluida la ubicación de energías renovables como la energía solar, eólica o de biomasa, e incorporarlas a pequeñas plantas de desalación de agua. Se trata de una opción muy atractiva, porque estaríamos resolviendo el problema de suministro del líquido o de su tratamiento o purificación, lo cual constituye otra opción para este tipo de sistemas.
Trabajo conjunto de gobierno e IP
"El tema del agua sigue formando parte del centralismo en los tres niveles de gobierno. Ha sido un tema de carácter estrictamente gubernamental y apenas empiezan a aparecer algunos operadores que han mostrado interés en incorporar avances tecnológicos en la medición del agua y en el control de las fugas en las redes urbanas y sistemas de riego, lo que seguramente redundará en un mejor negocio para ellos."
Para Alcocer Martínez, lo deseable sería que las IES, los tres niveles de gobierno y la iniciativa privada trabajaran juntos, compartiendo riesgos y aprovechando las oportunidades.
El papel del gobierno, señala, es fomentar la inversión de la iniciativa privada, exigiendo a las universidades ritmos razonables para la entrega de resultados, además de que haya una transferencia tecnológica más rápida.
El Instituto de Ingeniería no sólo ha detectado problemas de evaluación y vinculación en materia de agua, sino también de capacitación en la administración del líquido, ya que no todos los elementos que participan en el sector hidráulico están igualmente preparados para la gestión del recurso.
"Hay una gran diversidad en la toma de decisiones, en muchas ocasiones contradictorias, en buena medida por una falta de profesionalismo, entendido éste como la capacitación integral en el sector; ése es un tema importante", señala Alcocer Martínez de Castro.