Envió documento leído en la Basílica de Guadalupe
Pide el Papa respeto a los derechos humanos
El papa Benedicto XVI pidió, mediante un documento leído desde al altar mayor de la Basílica de Guadalupe, respeto a los derechos humanos, en sintonía con el mensaje que por la paz ayer dio a conocer el Vaticano, donde hizo énfasis sobre los derechos a la vida y la libertad religiosa.
En el documento, el pontífice advirtió que "hoy la paz peligra no sólo por el conflicto entre las concepciones restrictivas del hombre, o sea, entre las ideologías; también por la indiferencia ante lo que constituye la verdadera naturaleza del hombre". Destacó la necesidad de que individuos y pueblos tengan "la capacidad de vivir unos con otros, estableciendo relaciones de justicia y solidaridad".
Benedicto XVI denunció el "estrago" que se hace del derecho a la vida: "además de las víctimas de los conflictos armados, del terrorismo y de diversas formas de violencia, hay muertes silenciosas provocadas por el hambre, el aborto, la experimentación sobre los embriones y la eutanasia".
Planteó que es un deber respetar la dignidad de cada ser humano. "Quien tiene mayor poder político, tecnológico o económico no puede aprovecharlo para violar los derechos de los otros menos afortunados. El respeto a la vida en todas sus fases establece un punto firme de importancia decisiva: la vida es un don que el sujeto no tiene a su entera disposición".
Al igual que esa garantía, sostuvo que la libre expresión de la fe en Dios "no están sometidos al poder del hombre. La paz necesita que se establezca un límite claro entre lo que es y no es disponible, así se evitarán intromisiones inaceptables en ese patrimonio de valores que es propio del hombre como tal".
Citó como un síntoma preocupante de falta de paz en el mundo "las dificultades que tanto los cristianos como los seguidores de otras religiones encuentran a menudo para profesar pública y libremente sus propias convicciones religiosas. Hablando en particular de los cristianos, debo notar con dolor que a veces no sólo se ven impedidos, sino que en algunos estados son incluso perseguidos, y recientemente se han debido constatar también trágicos episodios de feroz violencia".
El Papa insistió que en el origen de "frecuentes tensiones que amenazan la paz se encuentran seguramente muchas desigualdades injustas que trágicamente hay todavía en el mundo. Entre ellas son particularmente insidiosas las desigualdades en el acceso a bienes esenciales como la comida, el agua, la casa o la salud". Pero también anotó "las persistentes entre hombre y mujer en el ejercicio de los derechos humanos fundamentales".
Pienso, afirmó, "en la explotación de mujeres tratadas como objetos y en tantas formas de falta de respeto a su dignidad"; también, "en las concepciones antropológicas persistentes en algunas culturas, que todavía asignan a la mujer un papel de gran sumisión al arbitrio del hombre, con consecuencias ofensivas a su dignidad de persona y al ejercicio de las libertades fundamentales mismas".
Desde la Basílica de Guadalupe, en tanto, el Pontífice según carta enviada por el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, con motivo del 475 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego pidió a quienes tienen una responsabilidad en el servicio público respetar los derechos de los ciudadanos, promoviendo la paz, la concordia y el verdadero progreso, pero tomando en cuenta a los más desfavorecidos.
Mientras, en el marco de la misa por la bendición de las rosas, que cada 12 de diciembre celebra el arzobispo de México, Norberto Rivera Carera habló de la necesidad de que prevalezca la paz en el país y pidió a los fieles unirse en oración para pedir por el fin de las injusticias y la inequidad.