Usted está aquí: miércoles 13 de diciembre de 2006 Ciencias Hay que dejar de mirar a la universidad como mera creadora de mano de obra: Espresate

Lo que no se comprende es que la ciencia es cultura, afirma la astrónoma

Hay que dejar de mirar a la universidad como mera creadora de mano de obra: Espresate

Salvajada cortar un solo peso a la educación, señala la docente de la UNAM

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen En una de las salas del Museo Universum Foto: Cristina Rodríguez

Julia Espresate lleva 22 de sus 44 años de vida "asociada" con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Trabajó un año en la NASA, procesando imágenes de los anillos de Saturno, tomadas por las naves Voyager I y II. Fue investigadora del Instituto de Astronomía durante siete años y en 2005 pasó a la Facultad de Ciencias como profesora (este semestre impartió el curso de Física Contemporánea).

La doctora Espresate es una científica con una amplia y profunda visión de la ciencia y la educación, consciente de la vital importancia de la enseñanza pública y la investigación.

Hay algo que todos deben entender, dice a este diario: "El paso por la universidad hace mejores a las personas. Hay que dejar de mirarla como una mera creadora de mano de obra. No importa de dónde saques tus ingresos, la universidad te hace mejor persona".

Por lo tanto es "inadmisible que se reduzca el presupuesto a educación. Es una gran irresponsabilidad, sobre todo (si se toma en cuenta que en países desarrollados como) Alemania, Estados Unidos, y, más recientemente, Corea y China, son de los que más gastan en ciencia y tecnología".

En cambio, "si nuestro objetivo es seguir siendo un país maquilador, en el escenario de la macroeconomía mundial", se entiende la disminución en educación.

La única manera en que buena parte de la población puede tener acceso a la educación superior, a "una visión distinta del mundo", es si es gratuita.

Si se coarta la posibilidad de entrar a la universidad, "estás obligando a los jóvenes" a irse por la lógica de "qué es lo que más da: coser vestidos o vender coca".

En cuanto a la investigación científica, Espresate explica que "invertimos 100 veces menos que Estados Unidos". Durante el sexenio de Ernesto Zedillo era 80 veces menos.

La recomendación de la ONU es que se destine 8 por ciento del PIB a educación e investigación científica. En México, se destina 0.3 por ciento en ciencia y tecnología y en educación no llega al 1 por ciento.

"Es una salvajada cortar un solo peso a educación. No me gustaría ver a los legisladores negociar una reducción de un solo millón de pesos, y salir como héroes. Esto va para ambas cámaras del Congreso de la Unión", resume.

Con todo y todo, la UNAM "ha logrado ser la mejor universidad de Iberoamérica. Nos congratulamos. El mérito es grandioso por las condiciones en las que ha estado. Pero no me conformo. Tenemos todo para estar más arriba", sigue la científica.

"Es verdad, la UNAM necesita urgentemente una restructuración, pero de ninguna manera debe desaparecer" ni deben aumentarse las cuotas.

"Culturalmente, México siempre ha tenido un desprecio por la ciencia", dice la doctora en Astronomía. En cambio, en cultura siempre hemos destacado y tenido grandes exponentes. Lo que no se comprende, sigue, es que "la ciencia es cultura".

En específico, respecto a la manera en que se hace ciencia en nuestro país, Julia Espresate opina que debería de cambiar: "Aunque haya de buena calidad, hay una parte no despreciable de la ciencia que se hace en México que al final del día es hacer la maquila a los países desarrollados".

Y explica: "Los sistemas de evaluación (funcionan de tal manera que) tu trabajo tiene que ser reconocido en el extranjero. Si además es usado, qué bueno, (aunque sólo) se beneficien ellos. Maquilan para que les publiquen en revistas extranjeras" y luego se apliquen esos conocimientos allá. "Le publicas a países ricos o aquí te echan. No importa que aquí sea o no aplicable, si no estás en una revista extranjera, te botan".

"Es un modo un poco más sofisticado de ser maquiladores. Y la culpa la tenemos nosotros por haber aceptado los modos de evaluación: publicas en revistas mexicanas o latinoamericanas y cuenta menos que en las extranjeras. Esa es la paradoja", se lamenta Julia Espresate.

"A final de cuentas eso ha preñado la ciencia, porque los que dictan los criterios siguen viendo como grandes jueces a los países tecnológicamente exitosos, cuando no ven que ellos primero hicieron la tarea: invirtieron en ciencia y tecnología."

De ninguna manera debe desaparecer la Universidad Nacional

En resumen: "En ciencia hay una crisis en cuanto a que estamos maquilando. En la UNAM hay una crisis, en cuanto a que debe ser restructurada", pero de ninguna manera desaparecer, ni que se le quite ni un peso.

"La investigación en ciencia y tecnología debe ser subvencionada, como en los países desarrollados." La investigación científica es muy cara y de alto riesgo: se le puede invertir cuantiosas sumas sin ver resultados.

En suma, "los científicos mexicanos somos héroes porque hemos producido".

Por si fuera poco, los empresarios se aprovechan de los recursos de la UNAM. Por mencionar un caso: el edificio Tlahuizcalpan (donado por el Banco Interamericano de Desarrollo), de la Facultad de Ciencias, de la UNAM, tiene cerca de 32 laboratorios científicos de punta. Algunos no funcionan, no por falta de personas preparadas, sino por falta de plazas. Por tanto, "como moscas los empresarios quieren hacer pruebas, porque es gratis. Llegan a querer usar los laboratorios y querer cerrarlos porque son pruebas secretas. Es importante reglamentar eso", advierte la científica.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.