Podría extenderse a otros estados el despliegue de fuerzas federales, señala
Calderón atestigua préstamo de 10 mil militares a la Policía Federal Preventiva
Tercera reunión del mandatario con elementos castrenses en 13 días de gobierno
Ampliar la imagen Aspecto de los retenes instalados por la PFP en la carretera Aguililla-Apatzingán, en Michoacán Foto: La Jornada Michoacán/ Gustavo Aguado
Huehuetoca, Edomex, 13 de diciembre. En medio de las operaciones militares en Michoacán, el presidente de la República, Felipe Calderón, advirtió que el gobierno federal no puede permitir que ningún estado de la República sea "rehén" del narcotráfico y como parte de su plan de seguridad, atestiguó la transferencia de 10 mil elementos del Ejército Nacional y de las Fuerzas Armadas a la Policía Federal Preventiva.
Frente a cientos de efectivos militares que fueron cambiados a la PFP, advirtió que combatirá con mano firme a la delincuencia y a todo criminal porque su prioridad será ponerles freno. Incluso delineó la posibilidad de extender el Operativo Conjunto Michoacán a otras entidades.
En 13 días de gobierno, esta es la tercera vez que Calderón se reúne con las fuerzas armadas. En el campo militar número 37, en el municipio de Huehuetoca, estado de México, anunció los tres puntos de su programa de seguridad: establecer mecanismos de coordinación federal, asignar más y mejores recursos a las instituciones policiacas y del Ejército, y modernizar los sistemas de seguridad pública.
Fue cuando aprovechó para exhortar al Congreso de la Unión a que apruebe su proyecto presupuestal que plantea incrementos de 12.5 por ciento para seguridad, en los que destacan aumentos de 58 por ciento a la Secretaría de Seguridad Pública federal y 20 por ciento a las fuerzas armadas.
Acompañado de los secretarios de Marina, Defensa y de Seguridad Pública federal, comenzó su mensaje señalando que debe evitarse a toda costa que la delincuencia, que representa un peligro para la seguridad pública, se convierta en una amenaza a la seguridad nacional.
Para justificar la transferencia a la PFP de 7 mil 500 integrantes del Ejército y 2 mil 500 de la Marina, señaló que esta última corporación requiere "urgentemente" de más elementos y de mejor capacitación. En esta línea, dijo que su deber es "sumar esfuerzos, actuar rápido y sin titubeos".
Calderón repitió la promesa que hicieran gobiernos anteriores, concretamente el de Ernesto Zedillo, de que la transferencia sólo sería por esa ocasión para reforzar el inicio de actividades de la corporación.
Esta es la segunda vez, después del gobierno de Zedillo, que se asignan militares en la PFP. Con esto, el número de sus elementos pasa de 15 mil a 25 mil.
En los hechos, Calderón reconoció que las funciones de las fuerzas armadas no corresponden con esta nueva encomienda, pues señaló que una vez logrado el propósito de fortalecer a la policía, los elementos castrenses se reintegrarán a sus corporaciones para labores distintas a las de coadyuvancia con las autoridades civiles.
A los futuros elementos de la policía federal les advirtió que habrán de enfrentar a los enemigos de México que se refugian precisamente, en la debilidad institucional del Estado. Pero de antemano les hizo un reconocimiento "muy especial por su colaboración permanente en la lucha contra la delincuencia".
Por eso dio órdenes para preservar, y mejorar, las condiciones y el desempeño de su labor de los elementos de la "fortalecida" PFP a la par de los elementos de las fuerzas armadas, y el de cuidar su identidad, formación y reintegrarlos paulatinamente a sus puestos originales.
Sobre el Operativo Conjunto Michoacán, se declaró consciente de que su deber es extender su apoyo a todas las entidades.
Declaró, incluso, que estará personalmente trabajando con los gobiernos estatales, con las instancias del Ministerio Público, con la Secretaría de Seguridad Pública federal y con las fuerzas armadas para conocer a fondo los problemas que enfrentan en esta materia.
Estableció que su meta es lograr que "los delincuentes estén tras las rejas y los ciudadanos libres en sus casas, en las calles, en sus trabajos, en sus escuelas".
Contribuir sin autoritarismos
Minutos antes, el secretario de Defensa, Guillermo Galván Galván, respaldó las medidas anunciadas por el mandatario y ofreció proporcionar la seguridad que se requiere de manera impostergable en todo el territorio nacional "las 24 horas del día".
Aseguró que el Ejército y la Fuerza Aérea "son brazos armados fuertes y capaces del Estado" y sienten en la PFP y la SSP "dos versiones del mismo cometido" y aseguró que son parte del "mismo poder legítimo y de la misma vértebra ética".
El secretario de Marina, Mariano Saynez Mendoza, defendió las medidas y prometió que defenderán los intereses nacionales "sin autoritarismos y sin titubeos".
Pero aclaró que los 2 mil 500 elementos de la Armada de México que pasan comisionados temporalmente siguen perteneciendo a la institución y ésta verá por ellos en todo momento en lo relacionado con sus percepciones, prestaciones, seguridad social y entrenamiento naval.
Además, señaló que los marinos definirán si siguen prestando sus servicios en la Armada o ingresan permanentemente a las filas de la PFP. Y es que los mayores índices de deserción de esta corporación en el pasado se dieron precisamente de miembros de la Marina que fueron adscritos a esta corporación.
El titular de Seguridad Pública, Genaro García Luna, calificó el día de "histórico" para la seguridad pública por la incorporación de los nuevos elementos de la PFP.
Antes de entregar reconocimientos a familiares de efectivos fallecidos (90 en total) y estímulos a otros por su desempeño, declaró tener la convicción de que no hay policías delincuentes, sino delincuentes infiltrados en la policía.
También estuvieron presentes en la ceremonia los titulares de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, y el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora.