Asociar vejez con derecha es una estupidez muy antigua: filósofo Leandro Konder

Lula genera malestar tras afirmar que a cierta edad ya no se es de izquierda

El presidente de Brasil habla según la conveniencia del momento, dice el poeta Ferreira Gullar

DPA, AFP

Brasilia, 13 de diciembre. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, provocó un malestar generalizado luego que declaró que una persona que sigue fiel a las ideas de izquierda después de los 60 años, "tiene problemas", y se autoproclamó socialdemócrata. "Lula revivió una estupidez muy antigua", replicó el filósofo marxista Leandro Konder.

El mandatario se reunió hoy con dirigentes de movimientos sociales que le reclamaron aplicar un programa "de izquierda" en su segundo mandato, de acuerdo con sus promesas electorales, mientras la prensa brasileña publicó duras críticas de exponentes del pensamiento de izquierda al mandatario, que formuló su polémica declaración en un discurso hecho el lunes ante empresarios y artistas al recibir el premio El Brasileño del Año de la revista Istoé.

El ex tornero mecánico que renovó el sindicalismo brasileño y llegó a la presidencia de Brasil luego de tres intentos, declaró el lunes que "las cosas evolucionan de acuerdo con la cantidad de cabellos blancos y la responsabilidad que uno tiene", al señalar sus canas en un improvisado discurso.

"Si uno conoce a un izquierdista muy viejo es porque debe estar con problemas", dijo el presidente, de 61 años, arrancando carcajadas y aplausos del público formado por empresarios políticos y artistas.

Al recibir la distinción Lula dijo que, como en toda conducta humana, lo ideal es el "camino del medio", o sea el "equilibrio". Sostuvo que ello también ocurre en la política, pues las personas de izquierda van posicionándose más al centro y viceversa.

"La gente se transforma en el camino del medio. Aquel que precisa ser seguido por la sociedad", subrayó el mandatario reelecto en segunda vuelta el pasado 29 de octubre con 61 por ciento de los votos frente al socialdemócrata Geraldo Alckmin.

Lula aseguró que "quien va más de derecha, va quedando más de centro. Quien está más de izquierda, va quedando más socialdemócrata, menos a la izquierda".

Sus biógrafos recuerdan que el rechazo a las etiquetas ideológicas se originó cuando muchos lo consideraban comunista al comienzo de su actividad sindical. Al preguntarle un periodista si era marxista, respondió: "No, soy tornero mecánico".

La afirmación de que no se siente izquierdista coincide también con las negociaciones que impulsa para organizar un gobierno con amplio respaldo político con miras a su segundo mandato que comienza el próximo primero de enero.

Sus declarciones contribuyeron a agudizar las dudas entre los sectores de izquierda que apoyaron su campaña a la reelección, con base en la esperanza de que su segundo mandato refleje en forma más fiel los principios y directrices del Partido de los Trabajadores (PT, de izquierda).

"Lula revivió una estupidez muy antigua: la asociación de juventud con izquierda y de vejez con derecha. El nunca fue sinceramente de izquierda", sostuvo el filósofo marxista Leandro Konder, de 70 años.

"Después de escuchar a Lula decidí consultar a un geriatra", afirmó en tono burlón el abogado Plinio de Arruda Sampaio, de 76 años, quien fue uno de los fundadores del PT de Lula pero abandonó la agrupación a raíz de discrepancias ideológicas.

El poeta Ferreira Gullar, también de 76 años, atribuyó la frase de Lula a una supuesta costumbre del presidente de cambiar su discurso según el público que lo escucha. "Mañana afirmará otra cosa. Lula dice lo que sea, a cualquier hora, según el público y la conveniencia del momento. El no tiene compromiso con nada, salvo con el poder", fustigó el autor de Poema Sucio.

El sociólogo Francisco de Oliveira, quien también abandonó el PT y hoy es afiliado al Partido Socialismo y Libertad (PSOL), rechazó la declaración de Lula: "Tengo 73 años de edad y sigo siendo de izquierda, con mucho orgullo. Lo que dijo Lula es lamentable".

"En el segundo mandato, el presidente necesita corresponder a las expectativas de los movimientos, principalmente romper con ciertos aspectos de la política macroeconómica", afirmó el presidente de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), Gustavo Petta, antes de reunirse hoy con Lula en Brasilia.

Este miércoles Lula recibió a una treintena de líderes de movimientos sociales brasileños ­sin tierra, sindicales, estudiantiles­, que le reclamaron aplicar un programa "de izquierda" en su segundo mandato, de acuerdo con sus promesas electorales.

También se reunió por primera vez con los dirigentes de los partidos políticos que lo apoyan para definir una agenda de consenso sobre las reformas que impulsará durante su segundo mandato.

"El primer desafío es la construcción de un consenso de reforma política y tributaria que mostrará si la coalición funciona o no", dijo el ministro de Relaciones Institucionales, Tarso Genro, en declaraciones al sitio de noticias G1 al término de la reunión.