Es recibido en Chiapas con porras estilo priísta; intercambia elogios con Sabines
Anuncia Calderón que la frontera sur será cerrada a la delincuencia
Ampliar la imagen El gobernador de Chiapas, Juan Sabines, y el presidente Felipe Calderón, en el puerto Talismán Foto: Notimex /Alfredo Guerrero
Tuxtla Chico, Chis., 14 de diciembre. Desde Ciudad Talismán, colindante con Guatemala, el presidente Felipe Calderón anunció un plan de seguridad fronteriza que implica la creación de unidades policiacas mixtas y la revisión del estatus migratorio de los habitantes de la zona.
Como parte de ello, a partir de enero ciudadanos guatemaltecos también podrán solicitar formas migratorias como visitantes locales y trabajadores agrícolas temporales y, sin precisar cómo, dijo que castigará la corrupción y la violación de derechos de migrantes.
Su visita a la región del Soconusco fue ocasión para que presumiera el respaldo de otro gobernador que llegó al poder con las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Fue el caso del ex priísta Juan Sabines, quien ofreció trabajar unido con el panista y hasta le deseó que hiciera "el mejor de los gobiernos".
Por primera vez, Calderón hizo una gira a bordo del avión TP-01. El ex presidente Vicente Fox le había prestado el TP-02 para sus giras internacionales como mandatario electo y, en días recientes, el michoacano se había trasladado en helicóptero.
El retraso de Sabines
A su llegada al aeropuerto de Tapachula, Calderón tuvo que esperar 17 minutos varado en la pista aérea. Su anfitrión, el gobernador chiapaneco, no había llegado.
En ese lapso, el avión del Ejecutivo federal, lo mismo que las camionetas que trasladarían a su comitiva, a los elementos del Estado Mayor Presidencial y a la prensa al puerto fronterizo Talismán, estuvieron estacionados.
Finalmente, a las 10:23 horas, un Lear Jet con placas XC-HIS aterrizó en la pista. Vestido con una elegante guayabera azul, el gobernador de una de las entidades más pobres del país bajó a toda prisa. Corriendo, su asistente le acercaba dos artesanías de regalo para el Presidente.
No fue el único que retrasó la gira. Al poco tiempo, apareció otro jet que transportaba a más políticos chiapanecos.
Así que a las 10:28, casi media hora después del horario marcado en el programa de la Presidencia de la República, pudieron partir rumbo al primer punto.
Fuera de programa, Sabines todavía invitó al Presidente a hacer un rápido pase de revista a los elementos de la recién creada Policía Estatal Fronteriza, que fueron apostados al lado de sus vehículos en las inmediaciones del aeropuerto sólo para que saludaran al mandatario federal.
El peso de la ley a migrantes
Después de recorrer una carretera inundada de vegetación, el Presidente llegó a Ciudad Talismán, municipio de Tuxtla Chico, donde en pocos metros se pueden encontrar restaurantes como el Frontera Grill, palenques de gallos y tiendas que sólo venden colchas y ropa para quienes viajan por esta región.
Cada año, según cifras del gobernador, 2 millones de personas cruzan la frontera sur desde Guatemala y Belice a México y viceversa. De esa cantidad, 400 mil pasan de manera ilegal, mientras los 31 municipios de Chiapas que son fronterizos tienen un millón 200 mil habitantes.
En la estación migratoria, Calderón hizo un breve mención de las "iniciativas tan valiosas" que impulsó el ex presidente Vicente Fox, como el Plan Puebla-Panamá, y luego pasó a desglosar su Plan de Reordenamiento de la Frontera Sur.
En cuanto a las "unidades mixtas de policía", anunció que se integrarán con la Policía Fronteriza de Chiapas, la Federal Preventiva y con los elementos de Migración, que serán los responsables de resguardar la seguridad de los mexicanos.
Así, serán bienvenidas todas las personas que vienen a visitar o a engrandecer el país, pero quienes vienen a delinquir, a traficar con drogas o con gente, con vidas humanas, "se van a topar con el peso de la ley en nuestro México", afirmó.
El objetivo, insistió, es abrir en la frontera sur la puerta del desarrollo, y no la puerta a la delincuencia. Como complemento de esta visita, el miércoles próximo hará otra a una ciudad de la frontera norte.
Intercambio de apapachos
Como en los tiempos en que Vicente Fox y el ex gobernador de Chiapas Pablo Salazar Mendiguchía se enorgullecían de su amistad aunque luego se distanciaron a raíz de las elecciones del 2 de julio, Felipe Calderón y Sabines se apapacharon mutuamente.
Cuantas veces pudo, el michoacano resaltó su amistad con Sabines y declaró que trabajarían unidos.
Como en la época del Partido Revolucionario Institucional, el Presidente de la República fue recibido con porras en la colonia popular Santa Elena, y hasta tuvo que hacer una parada para saludar a una veintena de personas que, a pie de carretera, sostenía una bien elaborada pancarta que decía: "Chiapas reconoce tu triunfo legítimo".
En el siguiente acto, donde se anunció un programa de electrificación de 120 colonias chiapanecas, Sabines no perdió oportunidad de congraciarse con su invitado. Afirmó que el panista encarna el orden constitucional y se declaró decidido a trabajar con él.
Alejado de la postura de la dirigencia del PRD y del "presidente legítimo" Andrés Manuel López Obrador, Sabines dijo que hay quienes desean que le vaya mal al mandatario federal "por intereses mezquinos y ajenos a los anhelos de los mexicanos".
A diferencia de esa postura, añadió, los chiapanecos quieren que el de Calderón sea el mejor de los gobiernos, y aderezó su discurso con reiterados llamados a la unidad.
Presente en la ceremonia, Juan Camilo Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia y quien estuviera a cargo de las negociaciones con Juan Sabines en la etapa de transición, no ocultó su satisfacción y dio una gran palmada al mandatario chiapaneco.
Mouriño estaba tan emocionado que, mientras observaba a su jefe y al gobernador dando paladas para colocar de manera simbólica un "poste de luz", declaró que los dos forman parte de una nueva generación de políticos.