Aún falta darles capacitación, dicen fuentes oficiales
Las labores de militares en la PFP se concretarían en unos tres meses
Aunque la prioridad para las fuerzas federales es atacar la delincuencia organizada en todo el país, la transferencia y el inicio pleno de actividades de los 10 mil militares enviados a la Policía Federal Preventiva (PFP) se concretará en tres meses, revelaron fuentes gubernamentales que participan en la Operación Conjunta Michoacán.
Los militares transferidos de manera formal a la PFP apenas el pasado miércoles recibirán capacitación policial y, mientras se cuenta con el equipamiento necesario para sus nuevas funciones, se evitará que ocurra lo que hace algunos años, cuando integrantes de la Armada de México enviados a la corporación policiaca desertaron debido a las condiciones de su empleo, y ante su oposición a pertenecer a un cuerpo distinto al que se contrataron.
El desplazamiento de los nuevos elementos de la PFP se concretará a partir de la recolección de datos obtenidos por grupos de inteligencia que ya fueron desplazados a distintas entidades, con el fin de atacar objetivos específicos en las próximas semanas, aunque no con el mismo despliegue de fuerza, señalaron los entrevistados.
Las acciones realizadas por militares y agentes federales han comenzado a dar resultados en Michoacán, "ya que si bien no se ha detenido a grandes capos del narcotráfico, la incidencia delictiva, y sobre todo en materia de homicidios, descendió a niveles cero en los municipios donde cada día eran ejecutadas entre cuatro y seis personas", abundaron.
Según las fuentes consultadas, ante el llamado efecto cucaracha es decir, que los delincuentes busquen nuevos centros de operación y "descanso" para sus familias y cómplices, las autoridades federales no descartan que Coahuila se convierta en nuevo escenario donde se asienten los narcotraficantes, debido a su cercanía con la frontera con Estados Unidos y entidades como Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nuevo León y Tamaulipas.
Lo anterior, explicaron, porque se ha detectado que en los últimos días diversos grupos de sicarios y familiares de líderes del narcotráfico se han desplazado de los sitios en que venían operando, entre ellos Guerrero y Baja California.
El escenario que vislumbran los integrantes del gabinete de seguridad del gobierno de Felipe Calderón es que es necesaria la movilización de cuerpos policiacos federales hacia otras entidades, pero esta vez para realizar acciones precisas, con el fin de que no ocurra lo mismo que con el programa México Seguro, en el que al menos en la PFP murieron varios de los elementos dedicados a tareas de inteligencia, ya que sus acciones las realizaban en el momento mismo del despliegue, y no con antelación.
En el caso de Michoacán, la PFP, la Agencia Federal de Investigación, el Ejército y la Armada continuarán con esquemas de disuasión y persecución, con el fin de establecer en las próximas dos semanas una baja sensible del índice delictivo en toda la entidad, y trabajar en la recomposición de los cuerpos de policías municipales, lo que conllevará la revisión de expedientes y antecedentes penales de cada uno de los elementos.
Asimismo se impulsarán programas de capacitación policial para que los efectivos militares constriñan sus acciones a tareas de vigilancia y combate al narcotráfico por vías aérea, marítima y terrestre, sin participar de manera directa en cuestiones de seguridad pública.