La próxima vez, el fuego
Reparar las facturas. Según Tomás Eloy Martínez (La Nación, 9 de diciembre), la verdadera inauguración de Calderón sucedió el viernes 29 de noviembre, durante la cena que el diario Reforma ofreció a los miembros del Foro Iberoamérica en el patio de su edificio. El ex presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso le dijo al presidente Calderón que desgarramientos graves los había visto en muchos países del mundo y añade. "Se nos elige para que reparemos esas facturas y para que las superemos. La tarea de los estadistas es reunificar y reconciliar los países, aceptar las diferencias, buscar los puntos de consenso, proteger las instituciones".
La toma de posesión. La disputa por la autoridad simbólica empieza por las lecturas de la toma de posesión. Versión A, sí se pudo; les demostramos que con determinación se vence a la intransigencia. Versión B, al darnos cuenta de la gravedad del asunto les dejamos abierta una rendija en realidad una puertecita tras bambalinas. Versión C ni la oposición ni el gobierno saben para dónde ir. Juegan a la coyuntura.
Juegos prohibidos. Dos peligros para el futuro del país. El síndrome Atenco: lo que se necesita es una mano "decidida", sin titubeos para aplicar la violencia legítima de Estado el síndrome Atenco al revés: desafíalos y empuja, al final van a ceder. En ambos casos se trata de llevar la coyuntura al punto del quiebre.Asi se llega a un arreglo. Pues sí...hasta que alguien calcule mal y se rompa la cuerda.
Sueños guajiros. Las dos grandes coaliciones diseñaron sus estrategias post-primero-de diciembre a partir de malos pensamientos. Suponer que la coalición en torno a AMLO se disolverá y con ello se acabarían los problemas de inestabilidad social o que Calderón no podrá gobernar y con ello se abrirían espacios para un gobierno provisional o de transición. Sueños peligrosos porque apuestan al desastre del contrincante para sobrevivir. ¿Y el país, cómo los sobrevivirá?
Schadenfreude. En el PRI se sufre un embeleso malicioso. Ver como se destrozan sus contrincantes históricos. Hay desde luego un arriere-pensee: generar una forma extraña de gobernabilidad montada sobre los despojos de ambos bloques. Una política de espera a que se empeoren las cosas es el camino seguro a su fragmentación irreversible.
En los próximos meses habrá cambios en las direcciones de tres de los cinco mayores partidos. En el PRI el dilema es entre mantener la fragmentación esperando, casi suplicando que algo o alguien de fuera les cree la coyuntura indispensable para su transformación. Pero, ¿ hacia adónde? Hacia el liberalismo no, porque son demasiado estatistas. Hacia la social democracia tampoco porque todos los temas de la nueva social democracia: sociedad del conocimiento, derechos fundamentales, política de valores y ética; le son ajenos. Puede ser una socialdemocracia de los años treintas del siglo pasado. Es decir volver al nacionalismo revolucionario.
También habrá cambios de la dirección del PRD. Pero me temo que no en la dirección en la que transita el PRD. Hacia la social democracia no, porque los temas liberales le son ajenos. Al viejo comunismo menos. A unos les falta la ética de los comunistas; a otros les sobra el dogmatismo. Algunos espetaron durante la campaña que el PRD era la resurrección del nacionalismo revolucionario.
¿Qué decir del PAN? Al entrar a su segundo sexenio en el gobierno un sector panista decide asumir el reto de gobernar. Buen punto. Mejor un gobierno de derechas que un remedo supuestamente plural. Pero, ¿y el PAN? Hacia el liberalismo puede ser pero la mojigatería es esencialmente no-liberal en la agenda valórica. Sus alianzas con sectores poderosos de los empresarios tampoco es liberal en lo económico. Aborrecen la competencia. Y su liberalismo político se esta abollando conforme descubren las mieles del neocorporativismo. ¿Hacia la democracia cristiana? Quizás hace 60 años si el fin de la guerra cristera hubiera sido una clara autocrítica política de la jerarquía católica sobre su papel.
Salgan del closet, plis. Los otros dos grandes partidos. Me refiero al Partido magisterial. Pero la profesora está violando la regla básica del charrismo sindical. No saltar las trancas del territorio sindical para incursionar en el poder desde el Ejecutivo. Morones se desmoronó. La Quina ni se diga. El otro gran partido que surgió con el colapso del PRI es el otro PRI, el Partido del (eterno) regreso inercial que mantiene su continuidad y su estabilidad desde la SHCP y el Banco de México, desde la torre del control financiero. Ojalá pida su registro al IFE. Seguro nos costaría menos de lo que nos cuesta ahora. Se podrían entonces automedicar las recetas que endilgan a sus prójimos.
Mientras tanto la sociedad bien gracias. Los cuadros políticos de todas las formaciones, sobretodo los del recambio generacional se encaminan transversalmente. La gran mutación generacional en la conducción económica, asociativa, comunitaria, cultural y muy pronto, política es uno de las dos grandes transformaciones externas que romperán la parálisis del país. La otra es la enorme y traumática ola de migrantes mexicanos en Estados Unidos. Ya comenzamos a medir sus efectos económicos en términos de remesas. Percibimos su expresión desarticuladora sobre las sociedades tradicionales en el medio rural y en el urbano. Pero sus impactos como redes trasnacionales en la rearticulación de las franjas modernizadas del campo y de la ciudad, en el norte pero también en el centro y en el sur del país, aun estamos muy lejos de imaginar.
La nueva convergencia discursiva. Estas dos transformaciones empujan hacia un nuevo conjunto discursivo. Social demócrata y liberal a la vez. Su concepto central es la autonomía del individuo para que desde ahi convertido en pleno ciudadano emprenda la marcha a nuestra segunda independencia. La de la sociedad frente a los poderes oligárquicos de dinero, de las ideas, de la fe y de la política.