El juvenil promete revivir las glorias del astro recientemente fallecido
Manuel Rivera portará el 10 de Puskas en el club húngaro Honvéd Budapest
Fue contratado por tres temporadas
En México sólo jugó en fuerzas básicas del Atlas y Pachuca
Ampliar la imagen El mexicano Manuel Rivera, de 20 años, quiere alzar la mano para la selección de Hugo Sánchez
De noticia importante tanto en lo personal como en el futbol mexicano definió el juvenil José Manuel Rivera su reciente contratación por tres temporadas con el Honvéd Budapest, de donde surgió el mítico jugador húngaro Ferenc Puskas, recientemente fallecido.
El atacante mexicano de 20 años portará el 10 en su nuevo equipo y afirmó estar consciente de la responsabilidad que implica llevar en la playera el mismo número que inmortalizara Puskas.
"Desde que Ferenc pasó al Real Madrid nadie ha utilizado el 10 y el club Honvéd me da esa responsabilidad.
"Es muy fuerte, debido a que si juego mal la gente me va decir: 'por qué lo utiliza si no lo hace bien', pero en caso contrario dirán que soy un digno portador de la playera, y es lo quiero hacer, revivir las glorias de Ferenc Puskas", dijo Rivera en conferencia de prensa.
La llegada del jugador mexicano ocurrió después de varios intentos sin éxito por conseguir una plaza dentro de algún equipo de México, en donde sólo consiguió puestos en fuerzas básicas del Atlas y Pachuca; por lo que decidió emigrar a Europa en busca de una oportunidad para demostrar sus capacidades como medio ofensivo.
"Creo que por el hecho de que soy 10 ofensivo y, como sabemos, (en México) todos los equipos utilizan un extranjero en esa posición, entonces es muy difícil que juegue un nacional, no se le da la salida para tener tal responsabilidad.
"Esa presión de no poder estar, o esa inquietud de ¿por qué no juego si puedo hacerlo? fue el motivo para buscar puertas en otro lado", explicó el juvenil.
Y con el firme propósito de conseguir un club en donde poder hacerse de un nombre, Rivera tocó puertas en Francia, Berlín y Holanda hasta que se presentó la oferta del Spartak de Eslovaquia, que llevaba cinco partidos sin lograr una victoria, con el cual debutó y marcó su primer gol en Europa.
Sin embargo, el equipo eslovaco sufrió un cambio en la dirección técnica, en cuyos nuevos planes no se incluía al mexicano. "El que llegó tenía una idea un poco nacionalista y pues no quiso utilizarme ni a mí, ni a los jóvenes ni a extranjeros", recordó.
Entonces Manuel Rivera tuvo que esperar paciente a que llegara otra propuesta. Mientras tanto ayudó al equipo B del Spartak, ya que además posee el récord Guiness por ser el técnico más joven.
"Eso me ha servido mucho, pues tenía poca participación con el primer equipo. Fui mi propio estratega. En realidad para eso me metí a la escuela de entrenadores y mantuve mi nivel", admitió.
La oportunidad llegó con la intervención de su agente, quien consiguió que le hicieran una prueba en el Honvéd Budapest que buscaba reforzarse con un 10, y desde su primera participación "llenó el ojo" al timonel y al presidente del club. "A partir de ahí, luego de dos partidos que me vieron, firmé", señaló el futbolista mexicano.
Rivera reconoció que su nuevo equipo ha perdido nivel en Europa y que sus condiciones laborales serán modestas.
Acepta que con el sueldo que recibirá en Hungría puede vivir bien, aunque no se compara con el de los futbolistas en México, pero sabe que resulta un escaparate invaluable para sus metas.
"Siempre he soñado con una Liga de Campeones y quiero hacer todo lo posible para que Honvéd la juegue, pero mi objetivo principal es estar en un nivel más alto. Quiero un Manchester o un Barça, porque sé que puedo y no lo digo con soberbia, sino porque confío en mí, en lo que hago".
Añadió que también está entre sus metas ser convocado por Hugo Sánchez para jugar con la selección mexicana.
"Hay que creernos lo que hacemos, que lo hacemos bien para poder estar y hacer cosas grandes", dijo, y remató convencido: "Quiero levantar la mano, que me vean".