Los pianistas Shostakovich

Dmitri Shostakovich fue un gran pianista antes que compositor. Sus padres eran grandes pianistas y el piano sonaba todo el día en su casa. El lo miraba con denuedo, deseoso de pintar en él sus fantasías, pero sólo pudo tocarlo hasta que cumplió nueve años, pues sus padres eran contrarios a la idea de someter a los pequeños a los rigores de la técnica musical. Ante la insistencia del pequeño, su madre lo inscribió, a los 13 años en el Conservatorio de San Petersburgo, de la que ella era egresada y donde el pequeño estudió también composición como cuestión secundaria al piano, simplemente para hacerse de una herramienta y transmitir a través de las teclas su embeleso ante la vida.

De hecho el opus uno de Shostakovich es una pieza para piano: Tres Danzas Fantásticas, cuya factura asombrosa quebró la férrea voluntad de las autoridades conservatorianas y permitieron que el alumno meteórico fuera inscrito bajo la responsabilidad del compositor Alexander Glazunov. Muerto su padre, el estudiante Shostakovich hubo de trabajar mientras estudiaba y su primer empleo fue como pianista de cine mudo, influencia que algunos estudiosos encuentran en su Primer Concierto para piano, que presentará la OFUNAM esta noche y el mediodía de mañana y que se puede conseguir en distintas grabaciones, de las cuales presentamos, si el lector corre con suerte y la consigue, la que interpretó el propio autor al piano y dirigió su hijo, Maxim. Hay otra en la que el intérprete es Dmitri Shostakovich III (hijo de Maxim). Es un prodigio de concierto.