Posible, la suscripción de pacto de civilidad entre contendientes: Rodríguez Barrera
En enero habrá convocatoria para elegir a la dirigencia nacional del PRI
El partido carece de recursos; los candidatos deberán allegárselos, dice el dirigente
Los primeros días de enero próximo se expedirá la convocatoria para la elección del presidente y secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirmó ayer Rafael Rodríguez Barrera, dirigente de la Comisión Nacional de Procesos Internos de ese partido.
El priísta no descartó la posibilidad de que se suscriba un pacto de civilidad entre quienes contienden por la dirigencia nacional del tricolor, Beatriz Paredes, Enrique Jackson, Javier Oliva y Alejandro Gárate, pues "tal parece que se está autocalificando o suponiendo malas conductas o incivilidad por parte de los aspirantes".
Entrevistado al término de una sesión privada en la sede del PRI, de al menos tres horas, Rodríguez Barrera anunció que cada uno de los candidatos tendrá que allegarse sus propios recursos, porque el partido "no está en posibilidades de sufragar sus campañas", cuyo tope ascenderá a 13 millones 28 mil pesos, según determinó la comisión.
¿Se van a poner candados o reglas de transparencia?
Por supuesto. Tenemos muchísimas previsiones; queremos que sea un proceso muy claro, visible, sin ocultamientos ni nada.
En cuanto a la convocatoria, manifestó que "se está cuidando precisar muy bien la participación de los consejeros políticos estatales y nacionales", alrededor de 20 mil, quienes elegirán a la dirigencia del tricolor. Asimismo dijo que se espera que el mismo día de la jornada comicial, el 24 de febrero próximo, se den a conocer los resultados de la elección.
A propósito de los electores, trascendió ayer que durante el cónclave, la Comisión Nacional de Procesos Internos señaló que los integrantes del consejo político del Distrito Federal no estarían en condiciones de votar, porque ya concluyó el encargo de María de los Angeles Moreno y de Jorge Schiaffino, en la presidencia y secretaría general del PRI-DF, y "no hay tiempo" para empatar los trámites de renovación de la dirigencia local y la votación para elegir al presidente nacional del PRI. En ese estado podrían estar otros comités locales.
Tal situación fue calificada por Schiaffino como un "acto antidemocrático", a quien no obstante le arguyeron que aceptar el voto de los consejeros políticos del DF podría causar la impugnación del proceso electoral interno del PRI por parte de las autoridades electorales, al no apegarse supuestamente a los estatutos.