Comercios sacan producto de bodega por la gran demanda en días recientes
Consumidores hacen su guardadito de refrescos ante el alza inminente
En algunos casos su adquisición sustituyó la de ropa, blancos y regalos por Navidad
Ampliar la imagen En México el consumo per cápita de refrescos es de 400 mililitros diarios, 152 litros al año Foto: María Luisa Severiano
Ampliar la imagen Se llenaron refrigeradores constantemente ante la gran demanda por el alza inminente y las fiestas de fin de año Foto: Jose Carlo González
La compra de refrescos en las tiendas de autoservicio, de conveniencia y privadas se incrementó en las últimas horas, ante una inminente aprobación del 5 por ciento del impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS), que afectaría los bolsillos de los consumidores entre 50 centavos y un peso, según la presentación adquirida, a partir del primero de enero.
De acuerdo con estimaciones de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) el impuesto real a pagar será de 20.75 por ciento, debido a que los más de 60 millones de consumidores en el país ya pagan en este momento 15.75 puntos porcentuales de IEPS e impuesto al valor agregado (IVA), y la industria "no cuenta con recursos para hacer frente a esta alza".
Entre sus argumentos están la imposibilidad de postergar sus inversiones anuales, que suman 5 mil millones de pesos, aunque la aprobación de la propuesta incluida en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2007 se traducirá en una baja en la demanda de 638 millones de litros y la pérdida de 36 mil 500 empleos directos e indirectos, indicó.
Mientras, decenas de personas aprovecharon el fin de semana en adquirir sus bebidas favoritas, antes de que se incremente su costo y sea menor el número de latas o botellas a disfrutar, dado el elevado consumo per cápita de los mexicanos de 400 mililitros diarios o 152 litros al año.
Las cajas almacenadas en bodegas fueron sacadas ante la gran demanda registrada en tiendas de autoservicio mayorista ubicadas en la zona de Polanco, por ejemplo, donde "la gente aprovechó no sólo para llevar los refrescos que calcula consumir durante los festejos de Navidad y Año Nuevo, sino para tener su guardadito, explicaron algunos de sus empleados.
La gente prefirió sustituir sus compras de ropa, blancos, regalos y hasta comida, por llevarse sus 12 o 24 refrescos de cola, de sabores, ginger ale o agua quinada. "Más vale prevenir, que lamentar", comentaban los integrantes de una familia, al señalar que el aumento a los refrescos es "un hecho y ya nada se puede hacer, aunque rechazaron sea un lujo. Es parte de la dieta del mexicano y son pocos quienes verdaderamente no lo consumen", dijeron.
Su apreciación fue respaldada por otras personas que copiaban su actitud y llenaban sus carritos con más y más refrescos, lo cual se observó también ayer lunes en varias tiendas de autoservicio ubicadas en el norte y sur de la ciudad, aprovechando parte del aguinaldo o los vales de despensa.
No obstante, los trabajadores de la industria de la construcción, los albañiles, no pudieron hacer lo mismo, pese a ser uno de los sectores con mayor consumo de refresco de cola, porque "nos da juerza para seguir paleando, pegar tabique y jalar la carretilla con cascajo, pero no tenemos ahorritos para comprar más. Vivimos al día y si sube, de todos modos vamos a comprarla, pos no la podemos dejar, es nuestro vicio y compañero de batallas", comentaron entre risas mientras observaban a uno de sus compas dar un gran sorbo a su refresco.