En la ciudad hay 744 expendios de alcohol y entre 300 y 500 narcotiendas

Proliferan pandillas en Cancún; 11 mil 321 detenidos desde 2005

Se calcula que operan 88 bandas que participan en delitos que van desde riñas hasta asesinatos

HUGO MARTOCCIA CORRESPONSAL

Cancún, QR, 20 de diciembre. Cancún, una ciudad donde las clases sociales están divididas casi geográficamente, padece una creciente delincuencia juvenil en colonias de niveles medio bajo y marginal.

La policía detiene cada fin de semana a un promedio de 20 adolescentes de uno y otro sexo por delitos que van desde riñas hasta asesinatos a machetazos o pedradas.

Semanas atrás, un grupo de jóvenes ingresó en una vivienda de la región (colonia) 232 de Cancún a buscar a un miembro de una pandilla rival y mataron a padre e hijo a pedradas. Días después, un hombre fue asaltado por cuatro jóvenes y apareció muerto y con el rostro desfigurado por los golpes.

A estos hechos se suman los enfrentamientos constantes entre pandillas que con piedras, machetes o armas de fuego se disputan territorios.

El coordinador del Programa de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo (Pamar) del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal, Ernesto Quiroz, dijo que la conducta de esos jóvenes es sólo un síntoma de un problema social profundo relacionado con las mismas raíces del crecimiento demográfico de Cancún.

Algunos indicadores lo apoyan. Según la Dirección General de Seguridad Pública, Tránsito y Bomberos del municipio de Benito Juárez (con cabecera en Cancún), hay 88 pandillas con alrededor de 30 integrantes cada una. Todas operan en zonas populares de la ciudad.

La dependencia también documentó que en la ciudad hay mil 744 expendios legales de bebidas alcohólicas y sólo 264 escuelas. Además, la Policía Federal Preventiva y la Procuraduría General de la República calculan que en Cancún hay entre 300 y 500 narcotiendas.

Los integrantes de las pandillas tienen entre 12 y 21 años, y suelen consumir alcohol y drogas, según estudios oficiales.

En la región 90 actúa una pandilla que incluye integrantes de apenas 10 años de edad, mientras que el líder de la banda de la región 100 es un joven apodado El Chemo, ex policía municipal.

De abril de 2005 a la fecha han sido detenidos 11 mil 321 menores en Cancún, de los cuales 555 son mujeres. Mil 700 fueron aprehendidos por pandillerismo, otros 2 mil 400 por vagancia, mil 700 por escándalos en la vía pública, mil 200 por ebriedad, mil 150 por riña, y más de 350 por consumo de mariguana. Casi 8 mil de estos jóvenes fueron detenidos entre noches de viernes y madrugadas de lunes.

Pero no se trata sólo de faltas administrativas: mil 304 de los detenidos fueron remitidos al Ministerio Público del fuero común, y 68 al federal.

La mutación de un adolescente

Seguridad Pública tiene un archivo con los ingresos de cada detenido. Un caso emblemático es el de GTL, un joven de 17 años que ha sido detenido en 54 ocasiones desde 2004.

En 2004, las fotos de GTL, de apenas 15 años, reflejaban temor. La cara mutó con los años. Se tatuó dos lágrimas bajo los ojos. Su mirada y porte se volvieron desafiantes.

Sus primeras aprehensiones fueron por vagancia y consumo de bebidas alcohólicas en las calles, pero el panorama empeoró. Hoy cuenta en su haber 11 ingresos por consumo de drogas, y 16 por uso de inhalantes; siete veces ingresó a los separos por ebriedad y seis por escándalos en la vía pública.

Sus más recientes detenciones se debieron a lesiones con arma blanca y robo. ''Es un delincuente grave en potencia'', comentó el director de comunicación de Seguridad Pública, Oscar Meza, ''pero como él tenemos a miles de jóvenes sin contención que van por el mismo camino''.

Hace poco GTL intentó suicidarse en los separos de Seguridad Pública.

Las raíces del problema

El Centro Integral de Atención a la Mujer (CIAM) realizó una encuesta entre casi 4 mil mujeres: 74 por ciento reconoció que su esposo o concubino golpea a sus hijos.

Además, todas las entrevistadas consideraron que Cancún es hoy más violento que hace cinco años; 41 por ciento dijo temer que sus hijos consuman drogas, y 29 por ciento señaló que tiene miedo de que sus hijos adolescentes se integren a una pandilla.

Según la periodista Lydia Cacho, directora del CIAM, estas cifras demuestran que se debe dar atención multidisciplinaria al problema.

La Fundación de Apoyo Infantil (FAI) de Quintana Roo, asociada a la organización internacional Save the Children, dice que 95 por ciento de los padres usan el castigo físico como correctivo con sus hijos, y 70 por ciento de los niños dicen que no reciben atención alguna de sus padres.

La FAI entrevistó a menores de entre ocho y 17 años, quienes dijeron que las razones para formar parte de una pandilla son los problemas familiares y la intención de experimentar con drogas o relaciones sexuales.

Pero también consideraron que pertenecer a esos grupos es importante porque ahí están sus amigos. Entre 43 y 82 por ciento de los entrevistados dijo conocer a un pandillero.

Ernesto Quiroz, del Pamar, afirmó que un problema básico es la cantidad de horas que los niños pasan solos. Sus padres, que generalmente llegaron de otros estados a buscar prosperidad en el Cancún de los folletos turísticos, tienen dobles jornadas laborales y poco tiempo para la familia.

El resultado es diverso: trabajos absorbentes, ingresos magros y niños que se crían lejos de sus familias directas e indirectas.

''En las pandillas encuentran un grupo de pertenencia que los recibe y los protege ­explicó Quiroz ­pero allí terminan encontrando violencia y drogas.''

Según el titular del Pamar, el organismo detectó que en las bandas se practican todas las formas de prostitución y del consumo se pasa al tráfico de drogas.

En su guía para la elaboración de planes y acciones interinstitucionales en contra de la explotación sexual comercial infantil, el Unicef asegura que en Cancún hay hasta cinco expendios de bebidas alcohólicas en una sola calle y un centro recreativo cada tres o cuatro cuadras. Estos últimos son parques mínimamente acondicionados para algún deporte, pero sin un programa institucional que aliente su práctica.

Para abordar el pandillerismo, ''que se ha salido de las manos de todos'', se requiere legislar sobre el tema, concluyó Ernesto Quiroz. Mientras, zonas enteras de Cancún están en manos del vandalismo y la delincuencia.